La realidad es que detrás de una película de dibujos animados suele haber un estudio de mercado y un estudio psicológico de los personajes. Estas pelis no se hacen porque dos dibujantes salidos deciden ponerle tetas a la sirenita de turno. Se presentan ideas, bocetos, se justifican, opinan personas que saben lo que se tienen entre manos, pero el fin último es siempre hacer dinero con el producto. Y detrás de cada peli hay un entramado de merchandising que tiene que funcionar: camisetas, muñecas, libros de colorear etc.
Yo no creo que las tetas (por lo demás, muy modestas) del personaje estén destinadas a despertar la líbido de los adultos, sino a hacer el producto más atractivo para los propios niños y niñas, que cada vez se erotizan más temprano. Esto último podría ser tema para otro post, pero la realidad es que en las zonas urbanas, los niños de 10 y 11 años, absolutos imberbes e impúberes, hablan entre ellos sobre sus compañeritas como si fueran machos adultos sexualmente activos. Ignoro si ocurre igual con las chicas, pero me temo que sí. Nunca se me olvidará la expresión rotunda de una chavalita de 9 años delante de la tele y la figura de Jesus Vázquez : "¡Que bueno está!"
¿Bueno para que... Sabrá está de lo que habla?-me preguntaba.