A los buenos días, soy El Maera.
No pasa semana en Esaschicas en que algún forero pregunte por aquella masajista encantadora a la que perdió la pista.
Saco dos conclusiones al respecto:
1.- A pesar de lo que digan los medios de comunicación políticamente correctos, para la mayoría de los clientes, una masajista es mucho más que un producto de consumo. Una masajista es una buena amiga con la que lo pasas muy bien. A cambio de un dinero, pero... ¿acaso las civiles no cuestan dinero?Invitar a cenar para ver si arrimamos cebolleta al final, es gastar dinero. Nada digo de la Hipoteca que muchos firman para poder seguir Gratinando el Mollete con Pepita...
2.- Por supuesto, esta amistad-complicidad no surge con todas las masajistas con las que cohabitamos. Surge con muy pocas. Pero cuando surge, nos acordamos de esa coach durante toda nuestra vida. Y tenemos un excelente recuerdo de ella. Yo empecé a ir de coachs en Bilbao, hace 23 años. Pues bien, no me olvido de Rosi y de Vanesa, mis primeras amiguitas especiales. Y al revés, cuando no hubo feeling, al día siguiente ya no te acuerdas ni de cómo se llamaba la interfecta.
Por último, desear suerte a los compañeros detectives. El que busca, encuentra.
No pasa semana en Esaschicas en que algún forero pregunte por aquella masajista encantadora a la que perdió la pista.
Saco dos conclusiones al respecto:
1.- A pesar de lo que digan los medios de comunicación políticamente correctos, para la mayoría de los clientes, una masajista es mucho más que un producto de consumo. Una masajista es una buena amiga con la que lo pasas muy bien. A cambio de un dinero, pero... ¿acaso las civiles no cuestan dinero?Invitar a cenar para ver si arrimamos cebolleta al final, es gastar dinero. Nada digo de la Hipoteca que muchos firman para poder seguir Gratinando el Mollete con Pepita...
2.- Por supuesto, esta amistad-complicidad no surge con todas las masajistas con las que cohabitamos. Surge con muy pocas. Pero cuando surge, nos acordamos de esa coach durante toda nuestra vida. Y tenemos un excelente recuerdo de ella. Yo empecé a ir de coachs en Bilbao, hace 23 años. Pues bien, no me olvido de Rosi y de Vanesa, mis primeras amiguitas especiales. Y al revés, cuando no hubo feeling, al día siguiente ya no te acuerdas ni de cómo se llamaba la interfecta.
Por último, desear suerte a los compañeros detectives. El que busca, encuentra.