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XX Esas casadas calentorras

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El Maera

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14 Feb 2015
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A las buenas noches, soy El Maera.

Abro este hilo de homenaje a las casadas calentorras por animar un poco el cotarro y porque ¡qué coño, esas casadas calentorras también me dieron tardes de gloria!

De entre la amplísima fauna, siempre me fue muy mal con las solteras, las mocitas casaderas y las chavalas jóvenes en general. Con ellas coseché tal número de calabazas que pude poner un almacén y venderlas al por mayor. Sin embargo, con las casadas me fue bastante mejor. Y esto no es una casualidad, esto tiene una explicación racional.

Esta aseveración puede parecer muy osada, pero he llegado a la conclusión de que, a pesar de ciertas apariencias engañosas, las casadas son más fáciles que las solteras. Y son más fáciles porque:

1.- Mientras que la soltera está esperando al príncipe azul y sueña con un futuro color de rosa, la casada ya no espera a nadie y lleva una vida prosaica y aburrida, generalmente con un pichafloja que la deja a dos velas. Por tanto, cuando aparece un valiente diciendo aquí estoy yo, el efecto sorpresa hace que tenga muchas posibilidades en hacer saltar la banca.

2.- Cualquier mocita casadera tiene tras ella a un montón de moscardones. Y cuando sale a divertirse, le requiebran mil tíos. Se pasa el día comparando, midiendo, aquilatando. A la casada nadie se atreve a acecharla. Por tanto, nadie compite contigo. Eres tú o nadie.

3.- La irresistible atracción de lo prohibido favorece mucho al asaltante. La señora casada se verá tentada a vivir una aventura inconfesable. La situación es tan morbosa de por sí, que no hace falta añadir más morbo. No hace falta ser un adonis ni tener grandes habilidades sociales, con las solteras sí es necesario todo esto.

4.- La sensación de "esto se acaba". la mocita casadera desdeña oportunidades porque sabe que tiene mucho tiempo por delante. Una cuarentona casada, sabe que ya pocas oportunidades más se le van a presentar. Y aprovechará la ocasión.

5.- Una vida rutinaria y unos horarios fijos. Esta circunstancia también favorece enormemente al asaltante. Cuando ya sabes sus rutinas y sus horarios, sabrás cuando está lejos el marido, cuando va a recoger a los niños, etc... lo que te permitirá llamarla o acercarte a ella constantemente. En cambio la vida de la soltera está más sujeta a cambios de horarios, viajes sorpresa, fiestas con amiguitas lapa, y demás. Por tanto, con la soltera siempre es más difícil el reconocimiento del terreno y la aproximación al objetivo.

6.- Aquí no hay noviazgo. Por la propia naturaleza de la situación, la casada no te va a pedir que la lleves a cenar, puede ser vista por mucha gente. Por tanto, cuando acceda, será para ir al grano y follar a destajo. Y esto también supone una enorme ventaja.

La cosa suele ser rápida. Al tercer encuentro "casual" hay que poner las cartas sobre la mesa. Y resulta que muchas dicen que sí. Mientras que con las solteras la cosa siempre es mucho más lenta y sinuosa (a no ser que seas Brad Pitt, naturalmente).
Lo malo viene después, cuando estás hasta los cojones de tener que ir todos los jueves de cinco a seis al mismo hotel de las afueras, a follar a la señora casada mientras sus hijos están en natación. Y mientras tanto, el marido en la higuera. Por eso no os preocupéis, hasta la casada más lerda es una maestra del disimulo. Son ellas las que descubren las infidelidades de sus maridos y no al revés. Existen casadas expertas en la doble vida y el arte de la simulación.

Yo hace mucho que dejé de practicar el safari a la casada porque requiere de un tiempo que ya no tengo. Pero a quien le ponga verraco la vecina o la compañera del curro, y no se atreva a decirla nada porque está casada, que se anime a requebrarla. A lo mejor consigue el trofeo con mucha más facilidad de lo que pensaba.
 
Dios te oiga y triunfe en mi intento

Sent from XRN3
 
Estudio sociológico muy detallado y realista. Maera como te arrimes a la mía te... fundo. :mad:
 
Yo solo sé... que después de un encuentro de antiguos compañeros de cole, instituto, etc, la probabilidad de "folleteo" alcanzan niveles inimaginables. Unas casadas, muy casadas - las que tienen más ganas - ya te digo yo.
 
Un deporte de "riesgo" éste de alternar con mujeres casadas, jeje; sobre todo si eres pillado in fraganti, en la aventura extraconyugal, por un marido con hechuras de armario ropero. :lol: Si el marido es un pusilánime o calzonazos, pues adelante, jaja. Yo nunca he catado la fauna de mujeres casadas, pero ciertamente, debe ser una experiencia morbosa, algo peligrosa y a la par excitante. Pero ya sabéis aquello que se dice de que sin riesgo no hay gloria o lo que decía Voltaire de "El que vive prudentemente, vive tristemente". A la aventura pues. :cool:
 
A las buenas tardes, soy El Maera.

¿Ligar con casadas es un deporte de riesgo?

Pues la mayoría de las veces no. Repasemos las cuatro situaciones que pueden suceder.

1.- Ella te da calabazas y se chiva a su marido. Y el marido se ve obligado a amenazarte, para que vea su hembra lo macho que es. La mayoría de las veces la cosa no pasa de ahí, son fuegos de artificio para pavonearse delante de la legítima. Hay que tener muchos cojones para pegar de verdad a un hombre, y la mayoría de los maridos no los tienen. Cuatro bravatas del santo esposo y nada más.

2.- Ella te da calabazas, pero no dice nada a su marido. Pues nada, te vas con la música a otra parte y ya está.

3.- Ella le pone los cuernos a fondo y a conciencia, y su santo esposo ni se entera. Las mujeres son habilísimas en estos menesteres. Por tanto, la mayoría de las veces el marido no descubre nada.

4.- Ella le pone los cuernos y el marido lo descubre. Sucede pocas veces, ya hemos dicho que los hombres son muy ingenuos y ellas son maestras en el arte de la simulación. Pero de vez en cuando, sucede. A veces, el marido lo descubre por una casualidad desafortunada. Otras, porque ella quería que el marido se enterase. Si estamos ante este último supuesto, peligro, porque ella quiere sustituir a su marido por tí... es hora de tomar las de Villadiego.

Bueno, el marido ha descubierto que su santa le pone las astas contigo ¿y ahora qué pasa?
Pueden pasar tres cosas:

a) El marido es un macarra violento, de los que piensa que la mujer es de su propiedad. Este tipo va a ir a embestirte con sus muy bonitos cuernos. Es aconsejable que aprendas rápidamente unas nociones básicas de defensa personal. Tranquilidad, esta clase de tipos no abundan.

b) El marido es un tipo inteligente. En este caso, se hará el sordomudociego y no se dará por enterado. Mientras tanto, él se lo pasará de maravilla con las amiguitas que tiene por ahí. Esta clase de individuos son más numerosos de lo que en principio pudiera pensarse.

c) El marido es un hombre normal. Se le vendrá el mundo encima. Al comprobar que su esposa le engaña, le entrará tal inseguridad que será incapaz de reaccionar con energía. Como mucho vendrá a pedirte que, por favor, dejes de ver a su esposa, porque estás hundiendo su matrimonio. Como no se siente respaldado por su esposa, no es capaz de intimidar ni amenazar. Además, prefiere que no se sepa en su entorno, para no hacer el ridículo. Perdonará a su mujer, le suplicará que no le abandone. La mujer volverá al redil, mientras a tí te da vacaciones... y así acaba la cosa. Esta situación es la más habitual cuando una infidelidad es descubierta por un marido.

Cuando es la mujer quien descubre una infidelidad, es muy probable que la cosa termine en divorcio. Cuando es el marido quien lo descubre, la cosa suele arreglarse en casa y sin testigos. "Mira Juan no seas loco, que en el fondo no ha pasado nada, y el divorcio puede ser tu ruina económica y moral. Ella se quedará con todo, y tú sólo tendrás la calle para correr", le aconseja ese amigo de confianza, que es el único que lo sabe.

Por tanto, cortejar mujeres casadas no es tan arriesgado como a simple vista puede parecer. Si dejé de hacerlo, no fue por miedo a los maridos, sino porque me sentía mal conmigo mismo. Sí, ya sé que las mujeres no son de nadie y son libres como los pájaros. ¿Y porqué un tipo tiene derecho a estar con esa mujer y yo no? ¿porque la conoció antes y firmó unos papeles? No tengo porqué respetar los supuestos derechos de un hombre al que no conozco, ni es mi amigo. Además, yo no he firmado nada con él.

Pero me sentía mal. Inevitablemente fui educado en unos principios católicos de los que no logro desprenderme. Y no se me quitaba la sensación de usurpador. Pero rondar a las casadas es bastante más fácil que a las solteras y bastante menos arriesgado de lo que en principio puede parecer.

Después de todo lo que he visto, llego a la conclusión de que hay que ser amante, jamás marido. Son los amantes los que de verdad disfrutan de las casadas. Porque con el amante, la casada hace lo que no hace con el marido, por aquello de mantener la reputación. Y encima el marido paga las facturas, se lleva las broncas, le ponen las astas... ¡Joder, qué mal negocio ser esposo, la virgen!
 
Me encanta este hilo la verdad, he disfrutado mucho leyéndoos y tenéis totalmente la razón, claro que a esa supuesta casada, para ponerle los cuernos a su marido, hay que ofrecerle algo mejor de lo que ya tiene,😁🤗☺️ dicen las malas lenguas que la monotonía acecha en los casados y por qué no disfrutar más de la vida...
Besos,
Mar ❤️
 
Son reflexiones irrefutables, pudo hacerlas Shakespeare o Cervantes, basta con usar otra clave literaria. Me parece que eres militar...
 
Interesante hilo.
En mi experiencia el mundo de la casada instatisfecha es un filón. Por suerte o por desgracia existen muchas "malfolladas" y muchos "malos folladores", es ahí donde se abre un "nicho de mercado" que siempre he estado dispuesto a aprovechar.
En cierto modo me aprovecho de mi capacidad y mis virtudes en el sexo con ellas, lo difícil siempre es que accedan a probarlo, pero una vez que catan el género y descubren lo que se están perdiendo, el abanico de posibilidades se abre. Me he llegado a encontrar a alguna que compartía sus experiencias con sus amigas del gimnasio y al final hemos acabado con nuestras pequeñas orgías para mi disfrute personal. También he tenido la suerte de poder disfrutar de alguna en presencia de su marido, resignado y sumiso, al que al final hemos aceptado en un trío (también tiene derecho a disfrutar, y de paso puede aprender algo).
El caso es que estoy de acuerdo en gran medida con el compañero @El Maera, el porcentaje de éxito es grandísimo. Yo tampoco era un ligón de joven, más bien se me daba mal tirando a peor, pero los años te van dando esa caradura que hace falta para esto, y la confianza que tiene uno en sí mismo y su capacidad para rendir, hacen que puedas lanzarte al ruedo. Algún patinazo me he llevado, claro, pero eso está asumido en el riesgo.
A día de hoy mis amigas de toda la vida saben de mi doble vida, incluso han visto vídeos míos con otras. Ahora cuando sus matrimonios tienen sus crisis o se rompen es cuando son mías y se desahogan conmigo. Lo que años atrás era imposible ahora se hace realidad.
Y al final todos contentos.
 
Un deporte de "riesgo" éste de alternar con mujeres casadas, jeje; sobre todo si eres pillado in fraganti, en la aventura extraconyugal, por un marido con hechuras de armario ropero.
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Si el marido es un pusilánime o calzonazos, pues adelante, jaja. Yo nunca he catado la fauna de mujeres casadas, pero ciertamente, debe ser una experiencia morbosa, algo peligrosa y a la par excitante. Pero ya sabéis aquello que se dice de que sin riesgo no hay gloria o lo que decía Voltaire de "El que vive prudentemente, vive tristemente". A la aventura pues.
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Estoy de acuerdo, un deporte de riesgo que nos causa mucha adrenalina y placer. :lol::lol::lol::lol:
 
Os voy a dar algo para que os comáis un poco la cabeza, jijiji. Cuando os ligáis a una "casada", lo normal es que la chica guarde la discreción más absoluta, es decir, que no te cuente nada o muy poco de su vida real o incluso te mienta puesto que no le interesa que interfieras en su vida, eres una canita al aire. Confieso que más de una vez cuando he salido de fiesta y me he ligado a un chico (no ligáis vosotros, pero supongo que eso ya lo sabéis) le he dicho que soy "casada" y me he inventado una historia de insatisfacción.

Besitos.
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[MENTION=17157]Isabel Morbosa[/MENTION]. Pues no me lo había planteado nunca, pero sería súpermorboso saberlo a posteriori.
 
Os voy a dar algo para que os comáis un poco la cabeza, jijiji. Cuando os ligáis a una "casada", lo normal es que la chica guarde la discreción más absoluta, es decir, que no te cuente nada o muy poco de su vida real o incluso te mienta puesto que no le interesa que interfieras en su vida, eres una canita al aire. Confieso que más de una vez cuando he salido de fiesta y me he ligado a un chico (no ligáis vosotros, pero supongo que eso ya lo sabéis) le he dicho que soy "casada" y me he inventado una historia de insatisfacción.

Besitos.
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Correcto. Casada o soltera, da igual. Me explayo un poco más...

Hace tres semanas, me fui al bar de al lado de mi casa con dos amigos (como está la china que trabaja, por cierto, melafo), fui a tomar una mediana y eso que pasa de repente, un colega de mi amigo. El pavo se acopla, y empezamos a hablar de tías. Empezamos a hablar de chicas, a quién me he follado, a cuántas tenía el otro en el WhatsApp... Pues el pavo, fardando de contactos... Total, sale una del bar por la puerta (estábamos en la terraza), algo madurilla, y digo yo, esa está buena. El colega de mi amigo, se levanta y se la puso a cortejar sin complejos, delante de todo el bar... Un crack el tío, aunque bastante fantasma también. Un Mario luna, pero fantasmón del quince... Pues la madurita (rubia de bote), le dijo que era ingeniera de aviones. Así que yo creo que algunas sí que mienten un poco... Al final, le sacó el WhatsApp y todo.
 
Amigo [MENTION=14018]El Maera[/MENTION], todo un compendio de sabiduría y con argumentos irrefutables, antiguamente cuando éramos niños las casadas eran un terreno inhóspito y si eras verdaderamente un caballero español, el honor por encima de todo, mejor ni intentarlo, sobre todo en capitales de provincia.

Hoy en día todo vale, con ciertos matices si la tía es guapa y se arregla en demasía (no es habitual en mujeres casadas). Pues si tienen hijos y trabajan se abandonan, que es lo normal.

Que pierdes por decirle alguna cosa, si se ruboriza o te pone cara de asco, no pasa nada con decir "tú te lo pierdes" o "discúlpeme me he equivocado" se arregla.
Pero a ella le subira la líbido y la autoestima.


He tenido relaciones muy interesantes con casadas, hasta sospecho que lo sabían algunos de sus maridos, pero cuando esa relación se convierte en rutina, es un verdadero coñazo, prefieres que la siga aguantando su marido.
 
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