Y yo añadiría - abundando en la andanada contra el latex- que hay quienes no dudan en enfundarse sus vergüenzas creyendo que así se previenen de cualquier contagio, pero no vacilan en besar profunda y deleitosamente a su compañera ocasional, ignorando que a través de la saliva y de la boca se hace un excepcional intercambio de bacterias de toda clase, y no solo de bacterias.
Pero el organismo está preparado- normalmente- para vencerlas y nosotros ni nos enteramos. Con respecto a las ETS, que queréis que os diga...
¿La vida es un riesgo vivirla, verdad?
Aunque siempre existe la opción de no comer otra cosa que no sean frutas cultivadas por uno mismo, no salir de casa, no dar la mano, no besar, no tomar el sol, no correr, no saltar, no tener perro, ni gato, ni mucho menos periquitos... En fin; de morirse en vida.