- Desde
- 7 Ago 2022
- Mensajes
- 1
- Puntuación de reacción
- 0
Contacto por WhatsApp al número 632834231.
Contesta con mensaje de tarifas.
Pido dirección y disponibilidad.
Paso por el piso sito en calle Dagniol y subo al primero izquierda.
Estaba oscuro pero ya desde el primer vistazo me percato de la diferencia entre las fotos y la realidad.
Es una chica de Colombia, 150 cm aproximadamente de estatura.
Seguramente más de 30 años
Pelo oscuro liso.
Sin tatuajes que recuerde.
Nada de curvas. Nada que ver con las fotos.
Teta pequeña, culo pequeño y plano. Cintura recta, cadera estrecha, hombros anchos en proporción.
Me pasa a la habitación, parece maja.
Me siento en la camilla y espero que me pida el dinero.
Contesto que antes quiero ver a la chica de los anuncios.
Me dice que ella es la chica de los anuncios.
Le enseño capturas de los anuncios y le pregunto si es ella.
Me dice que ella no pone los anuncios y probablemente sea cierto que no lo hace.
En la casa se escuchaban voces masculinas y femeninas. Deben ser algunos de ellos/ellas quienes gestionan los anuncios y se llevan la comisión.
Le digo a la chica que le pida al que le pone los anuncios, que utilice fotos reales porque seguramente habrá clientes a quienes les guste su físico. Pero que yo iba porque me gustan como en las imágenes que están usando, y que de esta manera lo único que iba a pasar es que decepciona a los que se animan a entrar, y al mismo tiempo quienes busquen chicas como ella no van a encontrarla a través de los anuncios, puesto que las fotos no tienen ningún parecido con la realidad.
Pareció comprenderlo y me despidió amablemente.
Menos de 2 minutos duró todo.
Este piso no lo conocía.
Aunque acabo de descubrir esta web me considero veterano en la provincia y puedo dar algunos consejos foreriles para los novatos u oxidados.
Siempre hago capturas de las descripciones y fotos para tenerlas a mano al entrar a la vivienda y ojearlas unos segundos antes del primer saludo.
De esta forma refresco la memoria, ya que antes de quedar con una chica veo decenas de anuncios.
Si la chica va tapada al recibirme y no muestra la cara en los anuncios, hay muchas probabilidades de que no sea la chica de las fotos.
Mi modus operandi suele ser el siguiente, siempre con buen rollo.
Si me gusta lo que veo me olvido de todo y al lío.
Si no me gusta tanto entonces pido que me presenten a la chica de las fotos.
Hay veces que son fotos viejas o fotos robadas.
Cuando sólo me apetece un masaje francés y en los servicios descritos ofrecen algo especial como natural hasta el final o g p, le comento si esto es cierto y hay ocasiones en que me quedo solo por recibir ese servicio.
Pero si sólo voy porque me gusta el físico de la chica cuyos servicios no son en realidad nada del otro mundo, entonces me marcho tal cual explicando las razones si se me permite.
Pasa mucho con las +40 que se anuncian con 15 años menos.
Hay hombres que buscan maduras, no hace falta engañar con la edad. Quien busque una de cincuenta no va a llamarte si indicas que tienes 35, y quien quiera una de como mucho 35 años, va hablar mal de ti por engañar en un dato tan básico.
Contesta con mensaje de tarifas.
Pido dirección y disponibilidad.
Paso por el piso sito en calle Dagniol y subo al primero izquierda.
Estaba oscuro pero ya desde el primer vistazo me percato de la diferencia entre las fotos y la realidad.
Es una chica de Colombia, 150 cm aproximadamente de estatura.
Seguramente más de 30 años
Pelo oscuro liso.
Sin tatuajes que recuerde.
Nada de curvas. Nada que ver con las fotos.
Teta pequeña, culo pequeño y plano. Cintura recta, cadera estrecha, hombros anchos en proporción.
Me pasa a la habitación, parece maja.
Me siento en la camilla y espero que me pida el dinero.
Contesto que antes quiero ver a la chica de los anuncios.
Me dice que ella es la chica de los anuncios.
Le enseño capturas de los anuncios y le pregunto si es ella.
Me dice que ella no pone los anuncios y probablemente sea cierto que no lo hace.
En la casa se escuchaban voces masculinas y femeninas. Deben ser algunos de ellos/ellas quienes gestionan los anuncios y se llevan la comisión.
Le digo a la chica que le pida al que le pone los anuncios, que utilice fotos reales porque seguramente habrá clientes a quienes les guste su físico. Pero que yo iba porque me gustan como en las imágenes que están usando, y que de esta manera lo único que iba a pasar es que decepciona a los que se animan a entrar, y al mismo tiempo quienes busquen chicas como ella no van a encontrarla a través de los anuncios, puesto que las fotos no tienen ningún parecido con la realidad.
Pareció comprenderlo y me despidió amablemente.
Menos de 2 minutos duró todo.
Este piso no lo conocía.
Aunque acabo de descubrir esta web me considero veterano en la provincia y puedo dar algunos consejos foreriles para los novatos u oxidados.
Siempre hago capturas de las descripciones y fotos para tenerlas a mano al entrar a la vivienda y ojearlas unos segundos antes del primer saludo.
De esta forma refresco la memoria, ya que antes de quedar con una chica veo decenas de anuncios.
Si la chica va tapada al recibirme y no muestra la cara en los anuncios, hay muchas probabilidades de que no sea la chica de las fotos.
Mi modus operandi suele ser el siguiente, siempre con buen rollo.
Si me gusta lo que veo me olvido de todo y al lío.
Si no me gusta tanto entonces pido que me presenten a la chica de las fotos.
Hay veces que son fotos viejas o fotos robadas.
Cuando sólo me apetece un masaje francés y en los servicios descritos ofrecen algo especial como natural hasta el final o g p, le comento si esto es cierto y hay ocasiones en que me quedo solo por recibir ese servicio.
Pero si sólo voy porque me gusta el físico de la chica cuyos servicios no son en realidad nada del otro mundo, entonces me marcho tal cual explicando las razones si se me permite.
Pasa mucho con las +40 que se anuncian con 15 años menos.
Hay hombres que buscan maduras, no hace falta engañar con la edad. Quien busque una de cincuenta no va a llamarte si indicas que tienes 35, y quien quiera una de como mucho 35 años, va hablar mal de ti por engañar en un dato tan básico.