Hacer el amor…, tener sexo…, ¿no va una cosa estrechamente ligada a la otra? Me explico.
Tener sexo, no deja de ser un acto físico entre dos o más personas, con consentimiento mutuo entre ambas o todas las partes en el que se ponen a flor de piel sensaciones que o se descubren por primera vez o que ya son habituales a la hora de dicha actividad y el resultado es la obtención de placer mutuo.
Cuando ese placer se siente y se repite con la misma persona, va poco a poco transformándose en un mayor conocimiento mutuo, empiezan a haber confidencias, compartir experiencias, surgen compromisos, comienza poco a poco a haber una convivencia, hay mas temas de conversación…, la relación evoluciona. Sigue habiendo sexo y como hay mas confianza, se exploran más horizontes, también se va conociendo más a la persona, sus fortalezas, sus debilidades…, surgen los momentos mas melosos… o empalagosos si lo preferís… y son esos momentos en los que de forma melosa o empalagosa, se lleva a cabo el acto sexual. Con más sentimiento, con susurros, sin prisas, mirándose a los ojos, con mayor complicidad…