Iba a conocer al famoso salón de masajes de Cocó, cerquita de la Caja Mágica, es un piso normal y corriente, no es un chalet ni nada raro. No tiene portero, aunque hay vecinos que te miran sabiendo a donde vas, pero a quién le importa… Había concertado un masaje a cuatro manos, sólo estaba disponible Cocó y Mika, y el morbo de estar con la jefa me apetecía mucho, aunque decían que está mayor… pero accedí por el morbo de conocer a la jefa en vivo y en directo. Aparezco y me dice Cocó que Mika se tiene que ir, que lo siente mucho. Accedo a quedarme a solas con Cocó por el morbo de recibir y dar un masaje a la superjefa, pero he de reconocer que no era muy serio esto de cambiarte el masaje que has concertado…
Pasé por el bidé para estar más limpio, las chanclas las rechacé, y la ducha no se me ofreció.
El primer asalto fue un masaje estilo francés de Cocó a mi, y hay que reconocer que lo hace muy, muy bien, es un masaje francés muy profundo y totalmente al natural, fue muy placentero y fue brutal, al final del masaje decidí ponerme de pie en la cama y el masaje acabó derramándose todo el aceite por la cara, por el pelo y por la boca, la verdad que se puso perdida, pero no se quejó, se rio mucho y fue muy divertido.
En el descanso me hizo un masaje tipo fisioterapeuta, y he de reconocer que la espalda me la dejó genial, las piernas me hubiera gustado un masaje un poco más profundo, pero me gustó mucho, además me pareció encantadora.
Segundo asalto, me apetecía darle un masaje yo, pero ella empezó con un nuevo masaje estilo francés con un buen resultado para ser un segundo asalto, el tema se puso largo y duro, así que procedí a darle un buen masaje A4, pensé en pedirle darle yo un masaje estilo griego, pero pensé que para otra posterior ocasión. El masaje A4 no fue al natural, yo no hago esas cosas al natural, así que no pregunté. Unos cuantos meneos, y a Cocó pareció gustarle, porque hacía muchos gemidos, gritaba y todo, y no eran gritos de dolor, y se sujetaba con las manos agarrándose al colchón. Todo eso me dio mucho morbo y saqué el tema para descargar el aceite de masaje en su espalda. Ella volvió a bromear con que le gustaba el aceita calentito en su cuerpo, y nos despedimos hasta la siguiente ocasión. La verdad que toda esa sesión de masajes en una hora por 80 euros tiene un excelente relación calidad precio.
Está claro que repetiré, pero muy probablemente que con Cocó y con otra chica que no sea Mika, no me gustó el plantón, aunque compañeros que dicen que hace unas técnicas diferentes, prefiero conocer a otras, pero la próxima vez si no hay cuatro manos me voy...