He visto que no había aún ningún post sobre este mítico piso de Puerta del Ángel, y creo que ya va siendo hora de abrirlo.
Siento que sea con una mala experiencia, dado que en este piso he tenido grandes momentos en el pasado... Hasta hace muy poco (en esta semana).
Me paso sobre el medio día después de fallar el plan A a ver qué me encuentro aquí. Me abre la responsable y me pasa a la sala. Solo se presenta una masajista, Camila. Pues nada, con esa. Pago los 20 euros de rigor (en este sitio no me gasto más) y la encargada me dice que espere unos 5 minutos hasta que llegue la masajista. Espero tumbado en la camilla y al rato viene.
No es un pibonazo pero tampoco está mal. Sudamericana de a saber donde, de cara normal, morena pelo largo, piel blanca, busto de tamaño normal de buen tacto, trasero un poco grande para su complexión pero duro. Cuerpo delgado sin ser flaca.
Hasta ahí bien. Pone la sábana desechable y me siento en el borde de la camilla. Ella de pie se deja acariciar. Me tumbo, la veo ponerse los guantes y se pone de rodillas en el suelo para comenzar el masaje apoyada en mí. No lo hace mal y parece que el masaje va por buen camino.
Luego me pongo ya bien boca arriba a lo largo de la camilla y le digo que se ponga encima. Empezamos el masaje completo mientras la acaricio. Todo normal... Hasta que le digo de cambiar de postura para terminar así.
Le digo que masaje a cuatro y me dice que no, que por ese precio solo es en una postura.
Le respondo que nunca me habían dicho eso en este centro (ni en ninguna parte). Elle insiste en que no y yo le digo que venga, siempre de buenas maneras, que así me relajo más rápido (quedaba poco tiempo). Que por 10 euros (lo que ella se lleva) que no (no es mi puto problema lo que te paguen). Total, que seguimos así pero entre el cabreo y las prisas por relajarme no lo consigo. Llaman a la puerta y lo intento otro minuto hasta que se quita de encima. Además me dice que "ella lo ha intentado todo": mis cojones. Si te hubieras puesto como te dije sí que me habría relajado. Recoge las cosas y se pira, mientras me quedo en la cama con el músculo agarrotado con cara de idiota.
Total que me visto y aparece de nuevo. Con la puerta entreabierta le echo de allí de buenas maneras porque no me apetecía montar un pollo. Cuando salgo, por el pasillo me cruzo con la encargada y se lo cuento. A ella le suda la polla y me dice que cada una trabaja de una manera.
Pues ya lo sabéis por si os encontráis con esta sujeta. Y aunque la pagues más os saldrá con nuevas restricciones que No avisa antes del masaje. Porque si me lo llega a decir, la hubiera puesto en la postura que me relaja y punto; pero no, me lo dice cuando ya había empezado el masaje.
Jamás de los jamases me habían puesto esta pega. Alucinante. Ni en los masajes más malos.
Espero que sirve de algo para que no le pase a otros y, si os la presentan, que sepáis cómo las gasta.
Siento que sea con una mala experiencia, dado que en este piso he tenido grandes momentos en el pasado... Hasta hace muy poco (en esta semana).
Me paso sobre el medio día después de fallar el plan A a ver qué me encuentro aquí. Me abre la responsable y me pasa a la sala. Solo se presenta una masajista, Camila. Pues nada, con esa. Pago los 20 euros de rigor (en este sitio no me gasto más) y la encargada me dice que espere unos 5 minutos hasta que llegue la masajista. Espero tumbado en la camilla y al rato viene.
No es un pibonazo pero tampoco está mal. Sudamericana de a saber donde, de cara normal, morena pelo largo, piel blanca, busto de tamaño normal de buen tacto, trasero un poco grande para su complexión pero duro. Cuerpo delgado sin ser flaca.
Hasta ahí bien. Pone la sábana desechable y me siento en el borde de la camilla. Ella de pie se deja acariciar. Me tumbo, la veo ponerse los guantes y se pone de rodillas en el suelo para comenzar el masaje apoyada en mí. No lo hace mal y parece que el masaje va por buen camino.
Luego me pongo ya bien boca arriba a lo largo de la camilla y le digo que se ponga encima. Empezamos el masaje completo mientras la acaricio. Todo normal... Hasta que le digo de cambiar de postura para terminar así.
Le digo que masaje a cuatro y me dice que no, que por ese precio solo es en una postura.
Le respondo que nunca me habían dicho eso en este centro (ni en ninguna parte). Elle insiste en que no y yo le digo que venga, siempre de buenas maneras, que así me relajo más rápido (quedaba poco tiempo). Que por 10 euros (lo que ella se lleva) que no (no es mi puto problema lo que te paguen). Total, que seguimos así pero entre el cabreo y las prisas por relajarme no lo consigo. Llaman a la puerta y lo intento otro minuto hasta que se quita de encima. Además me dice que "ella lo ha intentado todo": mis cojones. Si te hubieras puesto como te dije sí que me habría relajado. Recoge las cosas y se pira, mientras me quedo en la cama con el músculo agarrotado con cara de idiota.Total que me visto y aparece de nuevo. Con la puerta entreabierta le echo de allí de buenas maneras porque no me apetecía montar un pollo. Cuando salgo, por el pasillo me cruzo con la encargada y se lo cuento. A ella le suda la polla y me dice que cada una trabaja de una manera.
Pues ya lo sabéis por si os encontráis con esta sujeta. Y aunque la pagues más os saldrá con nuevas restricciones que No avisa antes del masaje. Porque si me lo llega a decir, la hubiera puesto en la postura que me relaja y punto; pero no, me lo dice cuando ya había empezado el masaje.
Jamás de los jamases me habían puesto esta pega. Alucinante. Ni en los masajes más malos.
Espero que sirve de algo para que no le pase a otros y, si os la presentan, que sepáis cómo las gasta.