Os transcribo este articulo, editado en El pais digital de hoy. El tema es interesante en este foro:
Sexualmente hablando, el cuerpo de la mujer ha sido, a lo largo de la historia, una caja de sorpresas. Primero se sospechó que el género femenino podía sentir placer durante el sexo, luego vino el tema del controvertido punto G y hace tiempo que se ha descubierto que ellas tienen, como sus colegas varones, próstatas y pueden también eyacular.
Las mujeres que creían que se orinaban cuando experimentaban un orgasmo y dejaban la cama perdida –hecho que les acarreaba más de un trauma y mucha vergüenza ante sus amantes–, están de enhorabuena y rabiosa actualidad, en parte gracias a la industria del porno, que ha popularizado el squirt –vocablo inglés utilizado para denominar a la eyaculación femenina– y lo ha convertidoen un género más dentro del sector, como son los vídeos de maduritas, grannies–abuelas–, pollas grandes, pechugonas o sexo casero.
La respuesta a la pregunta de por qué unas mujeres eyaculan y otras no, está en las glándulas de Skene, que son las que expulsan el liquido que se genera en el punto G opróstata femenina. El tamaño de estas glándulas varía en cada mujer y según estudios llevados a cabo por el doctor Emmanuele Jannini, de la Universidad de L’Aquila, en Italia, tenerlas de una talla más reducida podría hacer que el fluido de la eyaculación se vaya a la vagina y no salga al exterior, lo que explicaría la ausencia de este fenómeno.
El sexólogo Francisco Cabello Santamaría, director del Instituto Andaluz de Sexología y Psicología, llevó a cabo, en1996, un experimento en el que analizó la orina de 24 mujeres después de tener un orgasmo y en todas las muestras encontró antígeno específico prostático(PAS), un componente del líquido eyaculatorio femenino. Parece ser que todas las mujeres eyaculan, pero tan solo algunas lo hacen de forma espectacular y a la manera masculina. Cabello cree que el tamaño de las glándulas y su número es lo que impide que muchas mujeres no puedan emular las hazañas de Cytherea, “hay limitaciones anatómicas, pero eso no influye en la calidad del orgasmo. Eyaculación y orgasmo son cosas distintas, aunque a menudo vayan juntas. De hecho, muchas mujeres que eyaculan lo hacen antes de llegar al climax”. A Cabello no le extraña que este asunto cree hoy tanta expectación, “lo que me resulta increíble es que antes no hubiera este interés. Del líquido eyaculatorio femenino se ha hablado siempre hasta que a finales del siglo XVI se inventó el microscopio y entonces perdió interés, al descubrirse que estaba desprovisto de espermatozoides”.
La sustancia que se expulsa durante el squirt puede ser transparente o de aspecto blanquecino y se forma en la próstata femenina, localizada en el punto G, la zona de mayor sensibilidad dentro de la vagina, ya que el clítoris–que posee más de 8.000 terminaciones nerviosas– se introduce hasta ocho centímetros en el interior de esta. Existe, por así decirlo, un “pene interno”que hace que esta área sea más rugosa al tacto. Como ocurre con el esperma masculino, el fluido expulsado en la eyaculación femenina siempre ha sido objeto de mitos y leyendas. Antiguamente se le conocía como “elixir de la vida eterna” o Amrita, que en sánscrito significa “sin muerte”.
Una advertencia, evitar practicar sobre la colcha que nos dejó en herencia la abuela.
Sexualmente hablando, el cuerpo de la mujer ha sido, a lo largo de la historia, una caja de sorpresas. Primero se sospechó que el género femenino podía sentir placer durante el sexo, luego vino el tema del controvertido punto G y hace tiempo que se ha descubierto que ellas tienen, como sus colegas varones, próstatas y pueden también eyacular.
Las mujeres que creían que se orinaban cuando experimentaban un orgasmo y dejaban la cama perdida –hecho que les acarreaba más de un trauma y mucha vergüenza ante sus amantes–, están de enhorabuena y rabiosa actualidad, en parte gracias a la industria del porno, que ha popularizado el squirt –vocablo inglés utilizado para denominar a la eyaculación femenina– y lo ha convertidoen un género más dentro del sector, como son los vídeos de maduritas, grannies–abuelas–, pollas grandes, pechugonas o sexo casero.
La respuesta a la pregunta de por qué unas mujeres eyaculan y otras no, está en las glándulas de Skene, que son las que expulsan el liquido que se genera en el punto G opróstata femenina. El tamaño de estas glándulas varía en cada mujer y según estudios llevados a cabo por el doctor Emmanuele Jannini, de la Universidad de L’Aquila, en Italia, tenerlas de una talla más reducida podría hacer que el fluido de la eyaculación se vaya a la vagina y no salga al exterior, lo que explicaría la ausencia de este fenómeno.
El sexólogo Francisco Cabello Santamaría, director del Instituto Andaluz de Sexología y Psicología, llevó a cabo, en1996, un experimento en el que analizó la orina de 24 mujeres después de tener un orgasmo y en todas las muestras encontró antígeno específico prostático(PAS), un componente del líquido eyaculatorio femenino. Parece ser que todas las mujeres eyaculan, pero tan solo algunas lo hacen de forma espectacular y a la manera masculina. Cabello cree que el tamaño de las glándulas y su número es lo que impide que muchas mujeres no puedan emular las hazañas de Cytherea, “hay limitaciones anatómicas, pero eso no influye en la calidad del orgasmo. Eyaculación y orgasmo son cosas distintas, aunque a menudo vayan juntas. De hecho, muchas mujeres que eyaculan lo hacen antes de llegar al climax”. A Cabello no le extraña que este asunto cree hoy tanta expectación, “lo que me resulta increíble es que antes no hubiera este interés. Del líquido eyaculatorio femenino se ha hablado siempre hasta que a finales del siglo XVI se inventó el microscopio y entonces perdió interés, al descubrirse que estaba desprovisto de espermatozoides”.
La sustancia que se expulsa durante el squirt puede ser transparente o de aspecto blanquecino y se forma en la próstata femenina, localizada en el punto G, la zona de mayor sensibilidad dentro de la vagina, ya que el clítoris–que posee más de 8.000 terminaciones nerviosas– se introduce hasta ocho centímetros en el interior de esta. Existe, por así decirlo, un “pene interno”que hace que esta área sea más rugosa al tacto. Como ocurre con el esperma masculino, el fluido expulsado en la eyaculación femenina siempre ha sido objeto de mitos y leyendas. Antiguamente se le conocía como “elixir de la vida eterna” o Amrita, que en sánscrito significa “sin muerte”.
Una advertencia, evitar practicar sobre la colcha que nos dejó en herencia la abuela.