Nombre de guerra Linda.
• Nacionalidad: Dominicana.
• Forma de Contacto: 603181211 whatsapp, contacté y me escribió Linda, de una manera muy suelta, en el horario que yo quería solo estaba Katta, así cogí cita con Katta, pero al llegar antes de lo previsto y tras una cancelación, Linda estaba disponible y me quedé con ella.
• Fecha aproximada: Esta semana.
• Lugar: Cerca Plaza Elíptica (Vía Lusitana 22).
• Instalaciones: Nada fuera de lo común, piso antiguo, pero bien.
• Higiene: Acababa de salir de la ducha.
• Precio: 50 hora.
• Edad: Creo que 23.
• Cara: Normal, los dientes algo prominentes, pero que a primera vista no me gustó aunque luego, con el pasar de los minutos, me parecía más bonita. Tiene unos ojos muy bonitos y una sonrisa agradable.
• Pelo: Rubio muy rizado, tenía coleta.
• Cuerpo: Delgada, calculo que 1,60 m de altura.
• Pecho: Pequeño.
• Defectos corporales: Por ser muy tiquis miquis, tiene algo de tripa, y la prominencia de los dientes, pero que en conjunto es atractiva.
• Actitud: Muy correcta, tímida al principio, pero según avanzaba la cita mucho mejor.
• Conversación: Al principio poca, no fui a hacer amigos, pero terminamos con casi 15 minutos de conversación.
• ¿Fuma?: Creo que no..
• Masaje Francés: Poniendo la mano para no profundizar en el mismo.
• Masaje completo: Muuuuuy bien, la niña lo hace muy rico y no se cansa.
• Masaje griego: No, es una pena.
• Lo mejor: Su forma de dar el masaje, las ganas de agradar, se amolda.
• Lo peor: Le cuesta arrancar.
• ¿Repetir? Estoy en ello, ya he repetido, ya lo contaré.
• ¿Recomendable? Sí, pero hay que ir con calma y paciencia, sé que a estos sitios no vamos a enamorar a nadie, pero hay que entrar con suavidad, no olvidemos que es una niña de 23 años que lleva muy poco tiempo en este oficio.
• Valoración global de la experiencia: 8.
Experiencia: Como he dicho, he contactado por whatsapp, y la cita la tenía con Kata, en la presentación no me gustó ninguna de las que estaban Katta, Sonia, Eva; apareció Linda, tampoco me gustó de entrada, estuve a punto de irme pero le di un repaso de arriba hacia abajo y vi un culito respingón, cinturita de avispa, tetitas pequeñas pero apetecibles, todo enfundado en un body rojo de rejilla, al final, decido quedarme.
Entro en la habitación y estaba el sillón tántrico el cual dio mucho juego y nos ayudó a romper el hilo entre broma y broma.
Me siento en la cama, me quedo de pie, me da un masaje francés, no entero y modestia aparte, me da la sensación de que esto no va a ir bien, pero continuamos, me levanto, me gusta lo que veo. Pero no estoy a gusto con ella y su actitud, estoy a punto de vestirme e irme, cuando algo empieza mal, nunca acaba bien, aun así continúo...
Me acuesto en la cama, y empieza a hacerme el masaje completo, el premio gordo, me acaricia el cabello, empuja mi cabeza haciendo presión y en un momento, aprieta mi cabeza de tal forma que casi me hace daño, luego no voy a explicar que ha pasado, lo dejo a vuestra imaginación.
Vamos al sillón tántrico y varias posturas, sube y baja, adelante y atrás, en fin muchos movimientos, muchas posturas que me dan gran placer, veo que no se cansa, pero hoy es mi día, no termina de gustarme su masaje.
El silloncito, no es tan cómodo como parece, me tiene destrozada la espalda, al final me lleva a la cama otra vez, mi postura favorita, masaje un buen rato, le pido masaje griego y no, no acepta, insisto y lo único que consigo es cortar el buen rollo que habíamos logrado, continuó con el masaje pero la noto tensa, no quiere que la insista en un masaje que no sabe hacer. Jajaja, la tranquilizo, no voy a insistir, así que volví a colocarme para el masaje normal, cada vez más fuerte y ya estaba casi listo, me doy la vuelta para que me haga el masaje francés y hasta el final, pero me dice que es con suplemento, no me lo creo ni yo, pero me aguanto las ganas y se terminó.
Vuelvo a recostarme, veo el reloj que está frente a la cama, han pasado casi 50 minutos, sé que no puedo pedirle más así que me relajo y trato de respirar con normalidad que estoy hecho polvo, ella no, está fresca como una lechuga, seguro que si le digo que continúe, me da otra paliza, así que mejor me relajo.
Charlamos un buen rato, me cuenta que lleva poco tiempo en esto, que es dominicana, etc.
Al final rompe mis esquemas, algo que empezó mal, terminó muy bien.
Ya estoy planeando otra visita, espero pillar una de estas ofertas de dos horas.