Alba, es una chica discreta que no llegará a los 25 años, alta, de tetitas pequeñitas y aparentemente muy delicadas, cuerpo de bailarina clásica y poderosa. Llegamos a tener tanta confianza en el encuentro que llegó a contarme cosas íntimas, Sí, dice que lo lleva natural lo que para mí es una gratísima sorpresa, cansado de esos sexos depilados, casi me atrevería a decir de higiene quirúrgica y que no transmiten nada… Pero, no, ella lo lleva natural, aunque como ella me dijo “no puedo hacerme trenzas” es de esos auténticos que tanto me gustan… ¡La higiene no está reñida con el pelo!
Antes de compartir brevemente mi experiencia, os pondré sobreaviso. Supongo que compartiréis conmigo que la misma poesía puede haber en una composición de Tchaicovsky como en un tema de Extremoduro. Pues bien, si sóis de los que degustáis del primero o de los dos es posible que disfrutéis de un agradable rato en compañía de Alba. Más, sin embargo, si únicamente apreciáis la música de Extremoduro, no sigáis leyendo, pienso que no es vuestra chica…
Ella tiene su despacho muy cerca de la estación de Atocha; me recibió en una bonita habitación (sospecho que es un piso que las alquila o un centro de masajes) impoluta, con ducha en la propia habitación, futón para retozar e iluminación tenue a gusto del consumidor para crear ambiente.
Me recibió en blusa y vaqueros, como le había pedido, y fue como encontrarte a una de esas chicas que ves por ahí camino de la universidad. Una vez preparado, empezó con su trabajo, y pude disfrutar de ese masaje suyo auténtico, limpio y húmedo que tanto me gustó. Tengo que reconocer que esta chica es mi debilidad. A continuación, una vez listo, pasamos a la siguiente fase, primero ella encima y después cambió de postura; para terminar tranquilamente con caricias varias. Para mí, fue una experiencia muy placentera.
A favor de la experiencia diré que lo que te encuentras es lo que se ve en las fotos, el sitio es impecable y ella tiene mucha simpatía y, por lo que conversamos después, me pareció alguien con la cabeza amueblada, en resumen, alguien interesante.
En contra, diría que sin llamarla relojera, es exacta en el cumplimiento de los tiempos, incluyendo la ducha, no se pasó un minuto del tiempo establecido. Fueron 100 pavos por 45 minutos. Para los que buscan emociones fuertes me dijo que no hace masaje griego ni otros más extremos. En cuanto a otros posibles servicios mencionó un masaje erótico.
En mi valoración, es una experiencia de 8 y es posible que repita…
Antes de compartir brevemente mi experiencia, os pondré sobreaviso. Supongo que compartiréis conmigo que la misma poesía puede haber en una composición de Tchaicovsky como en un tema de Extremoduro. Pues bien, si sóis de los que degustáis del primero o de los dos es posible que disfrutéis de un agradable rato en compañía de Alba. Más, sin embargo, si únicamente apreciáis la música de Extremoduro, no sigáis leyendo, pienso que no es vuestra chica…
Ella tiene su despacho muy cerca de la estación de Atocha; me recibió en una bonita habitación (sospecho que es un piso que las alquila o un centro de masajes) impoluta, con ducha en la propia habitación, futón para retozar e iluminación tenue a gusto del consumidor para crear ambiente.
Me recibió en blusa y vaqueros, como le había pedido, y fue como encontrarte a una de esas chicas que ves por ahí camino de la universidad. Una vez preparado, empezó con su trabajo, y pude disfrutar de ese masaje suyo auténtico, limpio y húmedo que tanto me gustó. Tengo que reconocer que esta chica es mi debilidad. A continuación, una vez listo, pasamos a la siguiente fase, primero ella encima y después cambió de postura; para terminar tranquilamente con caricias varias. Para mí, fue una experiencia muy placentera.
A favor de la experiencia diré que lo que te encuentras es lo que se ve en las fotos, el sitio es impecable y ella tiene mucha simpatía y, por lo que conversamos después, me pareció alguien con la cabeza amueblada, en resumen, alguien interesante.
En contra, diría que sin llamarla relojera, es exacta en el cumplimiento de los tiempos, incluyendo la ducha, no se pasó un minuto del tiempo establecido. Fueron 100 pavos por 45 minutos. Para los que buscan emociones fuertes me dijo que no hace masaje griego ni otros más extremos. En cuanto a otros posibles servicios mencionó un masaje erótico.
En mi valoración, es una experiencia de 8 y es posible que repita…