Cuando vas de masajistas, puedes encontrarte, con la excepción de las que no son relojeras y hacen sentirte a gusto, una vez finalizada la faena sin meter prisa para que te vayas, pero también abundan las que ponen la alarma del reloj o bien, suenan los golpes de rigor en la puerta.
En estos últimos casos, si el desagradable ruido te pilla en plena faena, fácilmente se podría fastidiar el ansiado éxtasis. En mi caso, el ruido a modo de campana avisando de la finalización del acto, me ha puesto cardíaco en más de una ocasión, con el consiguiente disgusto y riesgo de padecer un infarto.
Aquí dejo estas reflexiones. Conozco alguna coach del foro que sabe hacerlo de forma que no sea tan abrupto. No creo que sea tan difícil, evitar que ese momento sea desagradable y rápido. Por supuesto todo llega al final...
En estos últimos casos, si el desagradable ruido te pilla en plena faena, fácilmente se podría fastidiar el ansiado éxtasis. En mi caso, el ruido a modo de campana avisando de la finalización del acto, me ha puesto cardíaco en más de una ocasión, con el consiguiente disgusto y riesgo de padecer un infarto.
Aquí dejo estas reflexiones. Conozco alguna coach del foro que sabe hacerlo de forma que no sea tan abrupto. No creo que sea tan difícil, evitar que ese momento sea desagradable y rápido. Por supuesto todo llega al final...
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