Que por cierto, está buenísima!!!
Visita obligada.
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Y como llevaba un tiempo siguiendo sus andanzas por aquí, le pedí una cita para conocernos, y la verdad es que mereció mucho la pena.
Me dijo que de que se disfrazaba para la ocasión, y la verdad, le dije disfrazate de Eva, pero con tacones. Me dijo ese disfraz no lo tengo.
Como que no!
En definitiva para la clase de francés y con tacones! Jajajaja jajajaja, ese disfraz lo tenéis todas.
Total, que fue la forma de romper el hielo.
La conexión fue instantánea, con Silvia muy implicada en la pronunciación.
De ahí pasamos directamente al pupitre.
Pero tuvimos el suficiente sentido común, de ralentizar el encuentro, sin parar en ningún momento, pero retrasando el final de la clase.
Para finalizar hubo compenetración mutua.
Disfrutamos? Los dos. Es algo que no se puede ocultar. Yo con la pronunciación avanzada y Silvia, contenta también con el resultado final.
Volveré? Por supuesto que sí.
Siendo los dos, personas maduritas, la conexión fue tal, que estuvimos apurando nuestras bebidas, comentando nuestros gustos y preparando la siguiente clase, que por supuesto será más pronto que tarde.
Cuando dos personas se entregan con pasión y devocion, difícilmente no acabas bien en esta asignatura.
Y hubiéramos estado toda la tarde conversando, ya que los dos somos de labia fácil, en un ambiente de placer y armonía.
Resumiendo, está casa es donde tantas veces antes, practique francés con mi amiga brasileña (Rosita) en sus comienzos, hace la torta ya.
Y fue un placer volver ahora con Silvia.
Por tanto volveré...
Gracias por la cerveza casi helada, con estos calores actuales, se agradece tela.