A los buenos días, soy El Maera.
Esta mañana, cuando he mirado los wassap, me he encontrado con una gratísima sorpresa. Me invitan a la inauguración de un bar de copas, que tendrá lugar en los próximos días.
Quien me invita es una masajista erótica rumana muy amiga mía. Después de haber estado ejerciendo durante unos añitos por la zona de Pamplona y Logroño, ya ha conseguido el capital suficiente para hacerse empresaria y poner un negocio.
Podemos sacar un par de conclusiones al respecto:
1.- Hay muchas masajistas eróticas que no están controladas por las mafias. Ganan su dinero, y entran y salen del oficio cuando quieren.
2.- El ejercicio del sector es una buena oportunidad de ganar mucho dinero muy deprisa. Si la chica es lista, no lo despilfarra y lo sabe invertir bien, puede resolver su vida en poco tiempo.
Es una pena que estas historias no las cuenten en televisión, donde solo hablan de historias de vampiros.
Y ahora viene lo mejor. Además de ser monísima, a la muchacha en cuestión le encantaba lo que hacía. Me ha dicho que tengo derecho a pernada con ella, cuando vaya por allí, en plan amigos.
Pues cojonudo. Hay días que la vida es maravillosa.
Queridos amigos, os animo desde aquí a contar historias como esta. Conviene que estas cosas se sepan.
Esta mañana, cuando he mirado los wassap, me he encontrado con una gratísima sorpresa. Me invitan a la inauguración de un bar de copas, que tendrá lugar en los próximos días.
Quien me invita es una masajista erótica rumana muy amiga mía. Después de haber estado ejerciendo durante unos añitos por la zona de Pamplona y Logroño, ya ha conseguido el capital suficiente para hacerse empresaria y poner un negocio.
Podemos sacar un par de conclusiones al respecto:
1.- Hay muchas masajistas eróticas que no están controladas por las mafias. Ganan su dinero, y entran y salen del oficio cuando quieren.
2.- El ejercicio del sector es una buena oportunidad de ganar mucho dinero muy deprisa. Si la chica es lista, no lo despilfarra y lo sabe invertir bien, puede resolver su vida en poco tiempo.
Es una pena que estas historias no las cuenten en televisión, donde solo hablan de historias de vampiros.
Y ahora viene lo mejor. Además de ser monísima, a la muchacha en cuestión le encantaba lo que hacía. Me ha dicho que tengo derecho a pernada con ella, cuando vaya por allí, en plan amigos.
Pues cojonudo. Hay días que la vida es maravillosa.
Queridos amigos, os animo desde aquí a contar historias como esta. Conviene que estas cosas se sepan.