- Desde
- 24 Oct 2020
- Mensajes
- 125
- Puntuación de reacción
- 86
Estaba leyendo un hilo que hablaba sobre malas experiencias, el chico contaba que había ido con una chica nueva haciendo I + D de coaching y fitness y se había topado con una experiencia pésima.
Me acordé lo que me contaba hace poco una chica, parece ser no siempre las malas expes se deben a dar con una chica desconocida a la que vas por primera vez, si no que me contaba que tenía compañeras de trabajo que le habían montado unos pollos a alguno de sus habituales, clientes con los que llevaban más de un año trabajando.
También me acordé de lo que hablé con dos amigos, anécdotas, uno me contó de estar muy bien con una chica y de repente, en la 3ª, 4ª sesión todo se torciese y saliera de allí amargado discutiendo con la chica.
Y el otro chico me contaba el caso de una chica que visitaba de forma habitual, todas las sesiones buenísimas y de repente una 5ª sesión le recibe intoxicada, tiene un mal día y sin venir a cuento le monta una bronca mientras él estaba con su terapia, que decía él no le había dicho ni palabra, hasta ese momento todo buena onda, fue algo repentino de ella, incluso se fue sin decir palabra deseando escapar de allí mientras la otra le echaba la bronca y lo echaba de la consulta sin haber hecho él nada.
Y luego la chica pidiéndole perdón después, que había sido su culpa pero claro ¿de qué te vale un perdón ahí por parte de la chica reconociendo su culpa si ya te ha despachado y encima no te va a dar explicaciones a posteriori?
Me imagino al paciente yéndose de allí corriendo cuando era una profesional habitual con la que llevaban ya tiempo repitiendo, un cliente que había apostado por ella y le pagan así.
Pensé si en algún momento os pasó algo parecido a alguno de vosotros, alguna anécdota donde os montase alguna coach o entrenadora un pollo sin tener vosotros culpa. No hablo de si te pones tonto, a discutir tú y la cansas y te echa con razón, sino de estar ellas quemadas y pagarlo con vosotros. ¿Os ha pasado?
Es que luego ya no puedes aclarar nada, una vez te vas por discreción ahí no se hablan las cosas y se pierde el contacto. Dicho así pensaréis pues que no vuelva pero claro cuando ha repetido tantas veces llega a doler que pase sin venir a cuento.
Me acordé lo que me contaba hace poco una chica, parece ser no siempre las malas expes se deben a dar con una chica desconocida a la que vas por primera vez, si no que me contaba que tenía compañeras de trabajo que le habían montado unos pollos a alguno de sus habituales, clientes con los que llevaban más de un año trabajando.
También me acordé de lo que hablé con dos amigos, anécdotas, uno me contó de estar muy bien con una chica y de repente, en la 3ª, 4ª sesión todo se torciese y saliera de allí amargado discutiendo con la chica.
Y el otro chico me contaba el caso de una chica que visitaba de forma habitual, todas las sesiones buenísimas y de repente una 5ª sesión le recibe intoxicada, tiene un mal día y sin venir a cuento le monta una bronca mientras él estaba con su terapia, que decía él no le había dicho ni palabra, hasta ese momento todo buena onda, fue algo repentino de ella, incluso se fue sin decir palabra deseando escapar de allí mientras la otra le echaba la bronca y lo echaba de la consulta sin haber hecho él nada.
Y luego la chica pidiéndole perdón después, que había sido su culpa pero claro ¿de qué te vale un perdón ahí por parte de la chica reconociendo su culpa si ya te ha despachado y encima no te va a dar explicaciones a posteriori?
Me imagino al paciente yéndose de allí corriendo cuando era una profesional habitual con la que llevaban ya tiempo repitiendo, un cliente que había apostado por ella y le pagan así.
Pensé si en algún momento os pasó algo parecido a alguno de vosotros, alguna anécdota donde os montase alguna coach o entrenadora un pollo sin tener vosotros culpa. No hablo de si te pones tonto, a discutir tú y la cansas y te echa con razón, sino de estar ellas quemadas y pagarlo con vosotros. ¿Os ha pasado?
Es que luego ya no puedes aclarar nada, una vez te vas por discreción ahí no se hablan las cosas y se pierde el contacto. Dicho así pensaréis pues que no vuelva pero claro cuando ha repetido tantas veces llega a doler que pase sin venir a cuento.