A las buenas noches, soy El Maera.
¿La masajista nace o se hace?
Muchos pensaréis que semejante pregunta es una estupidez, porque parece evidente que la masajista se hace. Ninguna persona nace siendo masajista. Se hace masajista mucho después, empujada por una vida "desgraciada" y la necesidad acuciante de ganar dinero muy deprisa.
Pero las cosas no son tan sencillas. Basta repasar las experiencias de los foreros con las masajistas, para ver que con ciertas coachs se pasa de maravilla, con otras no tanto, y con otras se pasa fatal...
Por tanto, sí son necesarias ciertas cualidades y cierta disposión. Y con esta disposición y estas cualidades, hay que nacer. Ser una masajista cachonda y con vocación, no puede aprenderse ni improvisarse, hay que nacer con estas virtudes, que no todas las entrenadoras las tienen.
Hay que nacer con una cierta personalidad golfa. Luego las circunstancias de la vida encaminarán al ejercicio profesional del masajeo. Pero si la masajista no tiene esta personalidad golfa, ejercerá tristemente, sin disfrutar de lo que hace, espantando a la afición.
También he visto algunas civiles que sí tenían esa personalidad golfa, pero que no han necesitado ejercer el oficio de masajista, y daban masajes gratis et amore, por amor al arte. Con respecto a estas señoras, estoy convencido de que hubieran ejercido el oficio de personal trainer, si hubieran necesitado hacerlo. Y hubieran sido grandes coachs, además.
También abunda el supuesto contrario. Hay muchas mujeres que ejercen la profesión porque necesitan dinero, pero lo hacen sin ganas, sin vocación. Trabajan como masajistas, pero no se sienten masajistas.
Después de todo lo dicho, llego a la conclusión de que para ser una buena coach, hay que tener ciertas cualidades innatas. Por lo tanto, las buenas coachs nacen. Y luego la vida, las pone en el camino. O sea, nacen y después se hacen. Pero a la que no le vaya la marcha, a la que no le guste, la que no tenga cualidades innatas, nunca pasará de entrenadora del montón. Pasa como en todo, para ser buena coach, hay que valer. Y no todas valen.
¿La masajista nace o se hace?
Muchos pensaréis que semejante pregunta es una estupidez, porque parece evidente que la masajista se hace. Ninguna persona nace siendo masajista. Se hace masajista mucho después, empujada por una vida "desgraciada" y la necesidad acuciante de ganar dinero muy deprisa.
Pero las cosas no son tan sencillas. Basta repasar las experiencias de los foreros con las masajistas, para ver que con ciertas coachs se pasa de maravilla, con otras no tanto, y con otras se pasa fatal...
Por tanto, sí son necesarias ciertas cualidades y cierta disposión. Y con esta disposición y estas cualidades, hay que nacer. Ser una masajista cachonda y con vocación, no puede aprenderse ni improvisarse, hay que nacer con estas virtudes, que no todas las entrenadoras las tienen.
Hay que nacer con una cierta personalidad golfa. Luego las circunstancias de la vida encaminarán al ejercicio profesional del masajeo. Pero si la masajista no tiene esta personalidad golfa, ejercerá tristemente, sin disfrutar de lo que hace, espantando a la afición.
También he visto algunas civiles que sí tenían esa personalidad golfa, pero que no han necesitado ejercer el oficio de masajista, y daban masajes gratis et amore, por amor al arte. Con respecto a estas señoras, estoy convencido de que hubieran ejercido el oficio de personal trainer, si hubieran necesitado hacerlo. Y hubieran sido grandes coachs, además.
También abunda el supuesto contrario. Hay muchas mujeres que ejercen la profesión porque necesitan dinero, pero lo hacen sin ganas, sin vocación. Trabajan como masajistas, pero no se sienten masajistas.
Después de todo lo dicho, llego a la conclusión de que para ser una buena coach, hay que tener ciertas cualidades innatas. Por lo tanto, las buenas coachs nacen. Y luego la vida, las pone en el camino. O sea, nacen y después se hacen. Pero a la que no le vaya la marcha, a la que no le guste, la que no tenga cualidades innatas, nunca pasará de entrenadora del montón. Pasa como en todo, para ser buena coach, hay que valer. Y no todas valen.
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