Señores, sigamos con las reglas, que os despistáis en cuanto veis dos tetas, que no sientan que perdemos el culo por ellas... ¡Dignidad, hombres, dignidad!
Regla 4: No actúes de forma emocional, aún si ella lo hace
Ya hemos mencionado con anterioridad que las mujeres son seres altamente emocionales, así es como ellas se comunican. Ellas están acostumbradas a tratar temas emocionales con sus amigas, y si tú actúas de forma emocional ella tenderá a apreciarse como amigo y no como hombre.
Este es uno de los errores más comunes que muchos hombres cometen y que arruinan lo que pudo haber terminado en una relación de pareja.
Si la mujer dice algo que te hace sentir nervioso, enojado e irritable, y sientes la necesidad de responder de forma emocional, por favor, cálmate, respira profundo y… ¡no digas nada!
Piénsalo, ellas responden de forma emocional todo el tiempo. ¿Cómo puedes saber si ellas realmente están actuando de mala fe, o simplemente están poniendo a prueba tu capacidad de mantenerte bajo control?
Recuerdo una experiencia que enfrenté hace varios años, comencé a salir con una chica, pero después de un par de citas ella me dijo que deseaba terminar porque un ex novio la había buscado y deseaba volver con él. ¿Una discusión? ¡De ninguna manera! Simplemente le demostré que no la necesitaba y que tenía otras opciones, le deseé la mejor de las suertes y la dejé ir. Pero resultó que el supuesto ex novio no existía más que en su imaginación, era un cuento inventado por ella, una prueba para descubrir si poseía autocontrol. Tres días después volvió a mí y me confesó que todo era mentira, dándome la oportunidad de ser yo quien la cortara esta vez.
¿Esto es algo infantil? Sí, claro que lo es. Pero así son ellas, les encanta jugar con tu mente, es tu decisión permitirlo o no.
Regla 5: Lidera la relación, siempre sé el hombre
Ninguna mujer se sentirá atraída por un niño que pide permiso para todo, que espera aprobación y que cede su poder. En cambio, toda mujer seguirá, incluso a ciegas, al hombre que demuestra seguridad y liderazgo.
Ellas esperan que tú, como hombre, lleves el control de la relación. Está bien solicitar su opinión algunas veces, pero de eso a esperar que sea ella quien tome las decisiones existen una gran diferencia.
Siempre ten una propuesta, sé tú quien dirige, quien decide a dónde irán y cuándo saldrán, quien propone las actividades a realizar, ¡Asume el liderazgo!
Incluso si ella te pregunta qué quieres hacer nunca respondas con un “No sé, ¿qué quieres hacer tú?”, toma al toro por los cuernos y decide.
Puede resultar complicado ser siempre tú quien decida, pero créeme, así es como las cosas funcionan.
Y si ella quiere tomar el control de la situación, tómalo con calma; si realiza una acción esperada con miras a controlar, reacciona con serenidad y devuelve la pelota caliente.
Ellas aplican estas pruebas con frecuencia para evaluar tu capacidad de liderar la relación. Por ejemplo, si ella te dijese que saldrá con unos amigos (varones) o con un ex novio, no muestres ninguna señal de enojo o incomodidad. Sólo di “Haz lo que quieras, yo no soy tu padre, tú eres dueña de tus actos. Diviértete”. Con esta actitud demuestras confianza en ti mismo y ausencia total de algo a lo que las mujeres más temen: los celos.