Buenas tardes camaradas, he preferido esperar justo una semana para escribir mis impresiones sobre la jornada del viernes, que por cierto justo a estas horas a las que escribo estábamos recibiendo las magistrales clases de las tres profesoras,
@Anna Smz,
@SandraV, y
@Evitamadrileña, a las que tengo que agradecer su gran derroche de artes en ejercicios espirituales con los que nos brindaron una inolvidable tarde (como fue mi caso) a todos los asistentes.
Era primerizo en estas clases, y la verdad que superó mis expectativas con creces, conseguí recibir clases de las tres Profesoras y cada una de ellas hicieron que no me quedara nada pendiente de repasar sacaron toda mi sabiduría en cuatro ocasiones.
Tuve que dejar la velada antes de lo que me hubiese gustado por compromisos familiares, he de decir que me sentí a gusto en todo momento con los compis asistentes, y felicitaciones a los organizadores por estas grandísimas iniciativas,
@Sejo,
@Jersey,
@AntonioSevillano, etc. Perdón si me dejo a alguien, me gustó el detalle de que esperasen a un compi que se retrasó un poco, era uno de mis agobios el llegar tarde pero conseguí llegar puntual.
Por otro lado por fin cumplí una de mis ilusiones pendientes que era asistir a estas cosas, y aunque no sé si repetiré porque me vi superado en algunos momentos por la situación, y quería descubrir por mí mismo mis límites, hubo momentos en los que no sabía cómo organizarme para recibir las clases, pero esto es cosa mía, porque no puedo decir nada malo de los que allí estuvimos, todo lo contrario.
Lo que sí quiero recalcar es cómo se portaron Ana, Sandra y Eva (sobre todo Eva), ¡¡me encantó!! Fue increíble lo que viví con ellas y jamás pensé que viviría algo tan extraordinario, ¡¡aconsejo al que tenga dudas que no se puede ir al otro barrio sin vivir algo así!!
En dos palabras:
Im-presionante.
Por cierto, no quiero olvidarme del camarero, felicitarle porque actuó con gran profesionalidad pese a lo que allí estaba presenciando, ¡siendo honesto no hubiese podido resistir algo así! Espero que por lo menos se llevase una propina de nuestras anfitrionas.