Olvídate del completo, en este centro.
No entra dentro de sus opciones.
Yo fui hace un par de semanas.
Venía de Marina 234, con mi amiga Angie, había estado con ella 1 hora, tenía más ganas y 50 € que me quemaban en el bolsillo, pero ella no podía, tenía una reserva, con otro tipo, entonces en vez de quedarme con otra de las chicas, como hago otras veces, pensé en 100 °C, hacía tiempo que quería ir y nunca se terciaba, más que nada porque ante las pocas posibilidades que se anuncian por el completo, siempre perdía la motivación.
Bueno, para allí que voy, aparco en el chaflán de enfrente, y pa dentro, hay tres chicas, a ver cuál de ellas estaba más buena. Había una sentada, que no se presentó, pero estaba bastante buena, Sushiko que es la que me abrió la puerta, alta, media melena, blanquita de piel, guapísima, delgadita pero con sus curvitas, un bombón; y Sofí, la china que está más buena de las que he visto en mi vida, alta, morena de piel, con unas curvas de infarto, culo y piernas de caribeña, una pasada, pecho no muy grande pero suficiente, melena larga de un pelo rizado negro precioso, ya te digo yo que si no le miras la cara con sus facciones orientales, guapísimas por cierto, pasa por una dominicana o brasileña sin problemas, una chica de infarto. Iba con un vestido blanco ajustado y muy cortito que dejaba ver la parte inferior de sus nalgas, su culo sin ser grande, tiene la medida justa, redondito y tirando para arriba, retando a la ley de la gravedad, algo digno de contemplar. Muy bonito, de los mejores que he visto.
El local es de lujo oriental, un poco recargado para mi gusto pero se ve un sitio con clase.
Bueno, pues me coge Sofía de la mano y para la habitación del fondo que me acompaña.
La habitación, sin duda, es la mejor habitación de putiferio que he estado, no le falta ningún detalle, una pasada, en la ducha con mampara caben 4 personas, y la cama, bueno, eso que está en el suelo que usan ellos, grande supercómodo, y limpio a tope.
Pues nada, eso que entramos y me recita los precios, le pregunto si puede ser completo, y se niega en rotundo, dice muy seria, la primera y única vez que perdió su linda sonrisa, que aquí no se hace sexo, que como máximo masaje francés, ya os digo yo que de la manera como lo dijo aquí no se hace masaje completo, pues bueno, aunque no me hizo mucha gracia, le dije que vale terminación en masaje francés una hora por 70 €, me dijo que ella sólo podía media hora, que si quería una hora sólo está disponible Sushiko, y la llamó, una vez con las dos en la habitación me dije que aquí no creo que vuelva, y aunque la otra está muy buena también, no puedes perder la oportunidad de verle el culo a Sofía. O sea que nada, al final media hora por 50 € con la escultural Sofí.
Me dijo si me quería duchar mientras preparaba la cama, me di una ducha rápida y me estiré en la cama, ella un cuerpo de infarto una pasada, empezó un masaje bastante bueno pero no duró mucho, no soy de masajes, la cosa se estaba animando, qué rico todo. Entonces empezó con el masaje francés, mi amiguito estaba a tope, el masaje francés bastante bien, bueno muy bien, buena técnica, lo único que pone de tope la mano y no hay manera de sacarla, pero bueno, no lo hace nada mal, entre medio le pedí que me hiciese el masaje francés en la postura a cuatro que le quería ver el trasero, la chica no te dice que no a nada, lo que quieras, ahí cuando se puso a cuatro ya me quería morir, una visión totalmente celestial, el mejor trasero a 4 que he visto nunca, sólo por esa visión vale la pena la inversión de 50 €, ella muy suave y olía a flores, bueno ya se estaba terminando el tiempo, por lo que la chica siguió con el masaje francés, hasta el final, justo se apartó en el último instante, un encanto.
Conclusión del encuentro: local y habitación, lo mejor de Barcelona, la chica fantástica, excelente, está buenísima y trabaja bien, no, muy bien, a cuatro es una imagen que tardaré en olvidar, una pasada.
¿Volver? Pues no creo que vuelva, para mí es como un castigo tener a esa criatura así y no poder..., me fui hasta casa maldiciendo, por tenerla allí tan cerca y no poder hacer nada más, o sea que no creo que vuelva ya que llegué a casa más c. de lo que salí por la mañana.
Bueno a lo mejor si un día tengo 500 pavos en el bolsillo, y no me importa gastármelos, vuelvo y se los pongo encima de la mesa, a ver qué pasa, no sé lo que diría.
Pero como no creo que eso pase, pues nada, con mis chinitas de estar por casa más contento que unas castañuelas.