Buenas tardes amigos foreros, aquí
picha dulce a contar otra de mis experiencias en este Placer Madrid. Imagino que ya sabéis que en este Centro de Masajes por cada visita te ponen un sello en la tarjeta y cuando llegas al quinto servicio en el próximo te descuentan el 50 % (siempre que todos los masajes hayan sido de la misma duración, si no te descontarán el 50 % del de menos tiempo). Bueno que me enrollo, la cuestión es que cuando llego al descuento pues aprovecho para hacer un I + D. Elegí a Liz que lleva años en la casa pero hay muy pocas referencias sobre ella y quería sacar mis propias conclusiones.
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Nombre: Liz
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Nacionalidad: Paraguaya.
• Fecha aproximada: Principios de año.
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Lugar: Avd. de Ramón y Cajal.
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Precio: 100 €/ 60 minutos. Me aplicaron el descuento así que fueron 50 €/60 minutos.
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Edad: En su ficha pone 22, pero me dijo ella misma que veintimuchos..., yo le echo 27-28.
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Cara: Ni fea ni guapa, diría atractiva, sonriente. Pelazo, más de media melena lisa y negra con ojos negros.
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Cuerpo: Más o menos 1,70 m de estatura, no creo que llegue a los 52 kg, Cuerpo de modelo 90-60-90 todo natural, piel blanca como la leche. Culito en proporción a su cuerpo.
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Busto: Natural con una forma y una caída muy bonita pero muy blando.
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Las fotos: Sí, son de ella.
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Piercings y tattoos: Ni una cosa ni la otra.
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Defectos corporales: Ninguno.
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Actitud: La chica cumplió que es lo importante, pero se le nota que esto no le gusta y que hace servicios digamos para no quedarse atrás de sus compañeras. Ya sabéis que en este Centro de Masajes la que no es competitiva no dura ni un asalto.
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¿Fuma?: No.
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Masaje: Cumplidor.
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Lo mejor: Otra masajista a la que tenía ganas de conocer.
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Lo peor: La sensación de lo hago porque soy profesional pero ni empatizo ni soy capaz de disimular que me lo estoy pasando medianamente bien.
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Valoración global de la experiencia: 6.
Como siempre, facilidad para reservar por WhatsApp. Buena atención esta vez por parte de Paula. Llego y derecho a la habitación con mi Gin Tonic, esta vez la n.º 5. Esta habitación es la más pequeña y el baño además de estar fuera no caben dos personas en la ducha ni aunque se quiera (creo que esta es la habitación de la aplicación de los descuentos, algo lógico) con los precios tan competitivos que tienen y encima haciendo descuentos por fidelización no me van a dar la n.º 2 o la n.º 6.
Bueno, al turrón, entra Liz y lo comentado, cuerpo de modelo y pelazo, se muestra sonriente pero de aquella manera, ósculo con lengua de bienvenida y a la ducha por separado.
Empieza el primer asalto con un masaje francés sin guantes bastante bueno, mientras voy tomando medidas de su cuerpo centímetro a centímetro, pido los guantes y estoy haciendo deporte con ella hasta que le pregunto si quiere probar un elixir que me he traído de casa, me dice que sí y se lo doy en su boquita... y aquí es donde viene el antes y el después. De repente me dice que le sabe muy mal, a lo que yo le respondo no sé, yo no lo he probado nunca y me salta que si no me acuerdo de ella, digo que no me puedo acordar de ti porque no te conozco (todo esto habiendo cambiando la sonrisa por un semblante serio), y ella que sí que nos conocemos (flipo,
no sería su día), no hago ni caso y le digo que empiece otra vez con el masaje francés sin guantes, esta vez le pido que me haga un ósculo oscuro y lo hace, pero la frialdad va aumentando, así que decido volver al masaje francés, viendo cómo se desarrolla la faena le digo que pare que no tengo ganas de más. Quedarían unos diez minutos para llegar a la hora, me ducho tranquilamente y para casa.
Espero que os sirva mi experiencia, foreros.
Miembro de la Fundación "Por Un Mundo Sin Pagafantas".