Yo nunca lo hubiera catalogado de truco, pero quizá cuente como tal. Cuando tienes que calmar un poco el asunto y dejarlo enfriar para poder continuar, a mi siempre me funciona bajar a donde la mujer gana su identidad y darme un festín, tan largo como sea necesario, o tanto como me apetezca, y ya si me deja, hacerle alguna perversión.