Sobre el nuevo lenguaje que habrá que emplear conforme a la nueva censura que impone el gobierno, hay muchas propuestas, y si la autoridad lo ve factible, voy a poner una. Por si sirviese de algo.
Para poder contar experiencias erótico festivas, tendremos que cambiar de estilo. Así cuando nos refiramos a una de esas chicas no diremos que es tal, sino una chica que conocimos en tal sitio (cerca de su zona de trabajo) como una cita de una web de ligoteo de las que abundan, el sitio cercano puede ser un bar de copas o similar, y decir que en la cita nos gustamos, nos enrollamos, y subimos a su sitio o al nuestro, o a un hotel, y que ella tras quitarse la ropa de calle llevaba una lencería y tal muy sexy. Para la descripción se puede decir que era rellenita de 1,60 m o alta de 1,80 m delgada, que fuma o no, etc. y que tras ducharnos juntos (o no), nos morreamos al principio y luego nos hizo una mamada sin o con goma, buena, regular o fatal, y que luego hicimos un 69 durante un rato, siguiendo con un cowgirl, y para terminar haciendo el perrito hasta eyacular,etc. Contar esa experiencia sexual tras una cita no es delito, porque no hay mencion al dinero ni a negociar una compra de sexo.
Para tener una idea de lo que sería por 30 o 60 minutos de fiesta se podría decir que la invitamos a una copa de vino, o un combinado y que nos costó la primera 5 ó 6 euros (50 €/60 €/30 minutos) o que la invitamos a un cóctel de gambas que nos salió por 10 ó 12 euros (100 ó 120 euros/h) tras lo cual nos sugirió ir a su/nuestro piso/hotel para rematar la conquista narrando lo que he puesto más arriba.
Para decir el nombre, decimos que la chica nos dijo que se llama o apoda XXX, eso no debería ser problema, y su correo pues
abcdefghij@xxx.com (corresponderia al numero 1234567890) y como dije antes, que la conocimos porque la encontramos en una web de ligoteos, y que es una chica muy promiscua, que le gusta que le inviten a copas y/o cenas como las que dije antes, y que sólo busca polvos sin compromiso, que le gusta o no hacer cosas como 69, o griego, o besar (mucho o poco o nada) y como el número de WhatsApp viene en el correo pues sería posible contactar para una cita de ligoteo.
Una idea algo loca sí, pero nos lo ponen difícil y como en otros tiempos que ya creíamos superados, hay que discurrir la forma de comunicarnos unos y otras.