Mi opinión es que los tiempos cambian, y nosotros tenemos que cambiar también. Es verdad que la depilación es una decisión personal, pero creo que también juega un papel importante la época de la que estemos hablando. Hace tiempo nadie se extrañaba de que todos fuésemos de forma natural, pero hoy la cosa es distinta. igual que ducharse a diario, hace años la gente se duchaba una vez a la semana y hoy esto es casi impensable. Es, creo, una cuestión de evolución y de adaptarse a unos nuevos estilos de vida.
El culto al cuerpo lo llaman, igual que alimentación sana, el deporte, los productos de cuidado del cuerpo, el yoga, los masajes terapéuticos...
Los pelos no tienen que ver con la feminidad ni con la masculinidad, tienen que ver con una función estética y de sentirse bien con uno mismo. Yo además soy deportista y los beneficios de ir depilado están más que demostrados en la prevención de lesiones, evitar infecciones en la piel y mejorar la transpiración. Yo voy totalmente depilado y por gustos prefiero que ellas vayan igual en todo el cuerpo (piernas, axilas...). A mí me parece un cuerpo mucho más bonito. En la zona íntima también prefiero sin pelo, depilado mejor que rasurado, pero tampoco me disgusta un poco de pelo en la zona superior, siempre que esté cuidado, arreglado e higienizado. Lo que no me gusta es lo natural, eso de dejar crecer al libre albedrío, creo que eso ya está pasado de moda y me lleva a pensar en mujeres/hombres de otras épocas.
Insisto que es mi opinión personal sobre mis gustos, cada uno puede hace lo que quiera con su cuerpo, faltaría más, pero yo soy partidario del "no a los pelos" tanto en hombres como en mujeres. Eso sí, lo que no entiendo es la incongruencia de dejarse el pelo natural en el cuerpo y luego depilarse el bigote o las cejas, porque al final no estás siendo fiel a tus principios.
Y una última cosa, hay chicas para las que dejarse crecer el pelo, ir sin sujetador o cosas similares es un símbolo de rebeldía y lucha feminista de nuestra sociedad. Yo creo que el feminismo tiene que ver con reconocer vuestros derechos y capacidades en una sociedad machista, no con la manera en la que os cuidéis, en cómo llevéis el pelo, o si os echáis mascarilla por las noches.