Voy a pasar a relatar mi experiencia con
@MaríaG.
Todo se ha dicho ya de esta pedazo de mujer, pero para mí ha sido increíble.
Tenía programado un viaje a Madrid y no quería perderme el poder dar una clase magistral con esta mujer, así que con mucha antelación solicité su clase particular, llegué bastante antes de lo acordado pero avisando a María con antelación sin ningún problema me atendió. Me recibió en su piso con una blusa transparente y unos atributos dignos de mención aparte, preciosos, algo caídos por la gravedad pero preciosos, me quedé embobado, me lleva a su despacho como ella misma nombró, y allí ella misma se encargó de ponerme cómodo y quitarme los nervios que llevaba, muy agradable todo, con mucho mimo y suavidad, se cruzaron nuestras bocas muy despacito y ya empecé a ver lo que se avecinaba, me instó a tumbarme para la clase de francés después de haber yo recorrido con la sin hueso casi todo su cuerpo, me tumbé y empezó la clase de francés magistral, increíble, al rato le digo que si yo puedo intentar hablar ese idioma y ella me dice que por favor sí, que lo haga, así que me pongo a ello, maravilloso olor y sabor lo que me dio a probar entre tanto, después de un buen rato María me dice: ¡¿puedo?! Y le contesté: prueba a ver qué pasa, y pasó, que empezó con unos movimientos de cadera los cuales hacían que me derritiera.
Llevando un rato así decido cambiar a vistas traseras que son espectaculares, María tiene una piel suave y tersa, y es muy guapa pero es que sus vistas traseras...
En esto que estábamos ahí le suena el teléfono varias veces, en una de ellas le digo que lo coja mientras sigo a lo mío, ella contesta con una voz entrecortada por mi culpa pero cálida y suave, después de un rato hablando María pone el manos libres porque nuestro interlocutor quería escuchar como se desarrollaba nuestra clase, y vaya si lo escuchó, se tumbó María boca abajo y ahí fue cuando después de un rato nuestro interlocutor terminó su sesión manual, y poco después terminé mi primera clase con María, maravilloso.
Después de un rato de charla me pregunta si me animo a una clase más, le digo que podemos probar así que se pone a hablar en francés como sólo ella sabe y vaya si conseguimos terminar la clase, totalmente en francés y recibiendo todo mi aprendizaje, ducha, ósculo y para mí hotel rendido después de la intensidad, qué barbaridad.
Lo peor llega un rato largo después, como a las 4 horas o así, ya en mi hotel, le escribo a María y le pregunto que qué me ha hecho, que aún sigo con ganas de unas clases y no sabía ni cómo era posible después del agotamiento, ella ni corta ni perezosa me dice que si quiero que a las 9 o así me imparte otra clase, y con mis ansias pues le digo que por mí de acuerdo, que me parece maravilloso, así que sobre la hora acordada, un poquito más tarde, se presenta en mi hotel y me vuelve a dar una clase magistral de todo lo que ella sabe hacer, menos la clase de griego en ninguna de las dos clases pero porque no fui capaz de llegar, eso me lo guardaré para próxima visita a esta musa de Madrid, le invité a darse un paseíto por Almería a ver si soy capaz de convencerla para que se nos baje unos días, jejejeje, gracias María por todo lo dado, ha sido increíble.