¡¡¡El mecánico o la máquina!!!
Mi mecánico, y digo Mi, porque lo hice mío, era distinto, tímido y buen follador, pero bueno, bueno y muy bien dotadoooo, mucho, pero muuuuchooo.
Se nos había estropeado el aire acondicionado en la oficina, en un día de calor como hoy. Chicas entrando y saliendo, ¡para hacer panas telefónicas o no!, en una habitación mediana, tirando a pequeña.
A nuestra supervisora Pilar (alias “tetas grandes”) se le ocurre que tiene un amigo, mecánico de coches, que sabe arreglarlo todo (y vaya si lo hizo). Llegó, entró, ¡¡todavía no penetró!![emoji12]
Era rubio, ojos azules profundos, tímido hasta el punto de lo erótico (me pone la gente tímida), delgado pero fibroso, y... Oh Dios, ¡¡llevaba un mono de mecánico que le marcaba un paquete de impresión!![emoji33][emoji33]
Y empezamos a comentar: "Pilar, ¿tu amigo lleva la llave inglesa entre las piernas, o eso qué es?".
Pilar se reía y decía: "No sabéis lo que tiene y como folla y el aguante, es una Máquina, por eso se le da tan bien arreglarlas". Cachondeo general y morbo a todo trapo.
Me lo quiero follar, pensé, aquí y ahora, se le marcaba tanto la polla y nos oía jadear y decir obscenidades y tenía un encantoooo, "me lo quiero follar", le dije a Cloe (compañera) y me dijo: "¡¡y yo!!".
—Pilar —le dije—, hay confianza, son nuestros 20 minutos de descanso (los míos y de Cloe) y nos lo queremos follar, ¿da usted permiso, sin hacer ruido, si quiere él, claro?
—Él va a querer, sabe lo que hacemos aquí y le da mucho morbo. Sólo una cosa, os va a querer dar por detrás, le vuelve loco, y la tiene generosa.
—Por mí ningún problema, si me lo hacen bien, me fascina.
Cloe era más de que la comieran su coño pequeñito con las piernas arriba.
Fuimos a por él, le dijimos si quería un refresco de la máquina y tomarse un descanso (el aire no tiraba). Miro a Pilar, ella le dijo que sí, y al baño con él.
—Queremos agradecerte tu tiempo y tu trabajo, y sólo sabemos hacerlo así.
Y empecé a tocarle la polla enorme que marcaba a través de su mono (y se dejó). ¡¡Qué pollaaaaaa, grande, gorda, suave, ricaaaa!!, me la comí como si se acabara el mundo, mientras Cloe le ponía sus inmensas tetas en la boca, y él chupabaaaa. Y entonces vino la transformación. Me agarró por la cintura, me puso contra el espejo, despacio, suave, me rompió las bragas, me lamió el culo, hasta que me lo dejo lleno de babas, y poco a poco (por petición mía), me enculó, mientras a Cloe le comía el coño encima del lavabo. De vez en cuando, mientras su polla se me salía por los ojos, me pedía que le comiera yo el coño a Cloe.
Era educado, me preguntó: "¿puedo correrme en tu culo?", dije: "¡¡¡sí, por favor!!!".
¡¡Llegó la corrida!! ¡¡¡Hay corridas y corridas!!! Esta me llegó al cerebro, cada palpitación, cada chorro, porque fuerón chorros lo que noté. Me corrí sintiendo como entraba su semen en mi culo y como Cloe se corrió en mi boca.
Habían pasado 15 minutos, había que seguir currando. Me costó sentarme, miré a Pilar y le dije: "Por favor, que nunca se arregle el aire acondicionado", ella rio y me dijo: "¡¡A currar, cochina!!".
El siguió intentando arreglar algo que estaba obsoleto, no como su polla. Se fue, diciendo que había que cambiar toda la instalación, mientras se rascaba su miembro (jamás lo olvidaré [emoji23]).
Finalmente Cloe, ¡¡me dio las gracias!!
Y a seguir currando...