Lo primero, esencial, fundamental e imprescindible, es la higiene. Sin este punto, no hay trato. Me explico. No es lo mismo si tenemos a mano una ducha, que si no la hay.
No se me ha ocurrido jamás, realizar está práctica, cuando vas a follar en un coche o en la misma calle. El olor y sabor aquí, no es agradable.
Otra cosa es cuando tienes la posibilidad de lavarte, antes y después, y por supuesto los dos, o los tres, dependiendo de la práctica a realizar.
Una vez realizada la ducha como Dios manda, que comience el festival.
Ir preparando el terreno, para mí es primordial, y aquí entran desde las palabras, caricias, besos, roces corporales y demás juegos previos, con el objetivo de generar una sensación de deseo brutal y necesario.
Cuando está práctica es entre dos, vas viendo la forma de actuar sobre la marcha. Pero por mi experiencia es muy importante marcar los tiempos en función de los gestos, gemidos, respiración de la mujer, si cierra los ojos, si se estremece, si te toca con sus manos. No sé, pero es que se nota cuando disfrutan y cuando no. Su cara de placer, su sonrisa, en fin un cúmulo de gestos y una complicidad mutua.
En no pocas ocasiones, conmigo se han quedado tan a gusto, que les cuesta hasta reaccionar. Y hemos terminado sobrepasando con creces las espéctativas, por el placer mantenido por los dos.
Este puede ser un síntoma de aprobación sobre si una técnica se realiza con el beneplácito de la pareja o no. Y más si repites visita, y te buscan para volver a realizarla.
En fin, cada relación es diferente, pero los cánones ahí están.
Si en alguna ocasión tienes la oportunidad de estar con dos mujeres a la vez, aquí ya la cosa cambia, y entonces está práctica es imprescindible.
Follar a una, mientras te comes el coño de la segunda, es una experiencia que deberías realizar, por lo menos una vez en la vida.
Y si tienes la posibilidad de satisfacer a las dos de un tirón, pues ya ni te cuento.
Es una sensación indescriptible ver las caritas de los tres tras un orgasmo en común, esto no tiene precio, y te vas con la sensación de volverlo a repetir.
Afortunadamente he podido practicarlo en unas cuantas ocasiones, y de verdad que es altamente recomendable, y si termina el asunto con unas cervezas fresquitas y la ducha posterior, pues entonces, "chapeau".
Todos contentos que es de lo que se trata y de verdad, no es fácil. Pero lo importante es participar.
Por tanto compañer@s, mucha higiene, y a practicar. En esta vida, casi todo es cuestión de práctica.
Un abrazo grande.