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Buena noche... Mi deseo es que estés descansando, y que si despiertas vengas a darme una sorpresa en mitad de la noche. Sería la mejor de las sorpresas.Por favor, debes Iniciar sesión o Registro para ver el contenido.
¿Te gustan las sorpresas?
La sorpresa es una reacción que deviene ante algo imprevisto o desconocido y la genera toda acción susceptible de sorprender.
“La vida es la constante sorpresa de saber que existo” (Rabindranath Tagore).
El castellano está plagado de acepciones que la expresan:
—¡Hala! (sí sí, con hache que la otra “ala” sorprendentemente es de las de volar).
—¡Dios mío! (y mío, no seas acaparador).
—¡Madre Mía! y mía (si eres mi hermano).
—¡Qué dices! (vale, ya me callo que la lista es interminable…).
La sorpresa se genera de manera externa (suceso inesperado) o interna (cuando te acuerdas de que has olvidado algo y te llevas las manos a la cabeza). A mí no me gustan las sorpresas aunque me puedo adaptar si me las dan. Os cuento un caso concreto para que entendáis de lo que hablo.
Hace unos años por Navidad (igual que el turrón) aparece en mi puerta un tío mío (un tío majo mi tío) al que llevaba años sin ver ya que vive en otra provincia .Yo salía de viaje en ese mismo instante y le ofrecí quedarse en mi casa mientras iba y volvía a los tres días. Al regresar a mi guarida me encuentro la sorpresa de que ha convertido mi salón en el salón de un Papá Noel descontrolado en fase maniaca. Espumillón a kilos por los cuadros y esquinas, colgando a borbotones donde allí se pudiera colgar. Guirnaldas brilli-brilli por doquier. Un belén tamaño equipo de fútbol con un portal que en realidad era una portería y en el que cabía mi portero (que es bien grande el señor) y al que no le faltaban ni piezas, ni húmedo musgo de un color de lo más sospechoso (así como verde mohoso). En una esquina un monstruoso árbol navideño blanco lleno de bolas lacadas azules (preciosísimas) y además (mira qué suerte tengo) me había instalado la feria de la bombilla cegadora. Miles de luces de colores parpadeantes de esas que producen ataques epilépticos a la gente normal (porque todo lo anterior le debía de parecer poco) señoreaban colonizando todo el salón.
Casi muero. En serio. Estaba más enfadada que un gato encerrado. Entendí que era su manera de darme las gracias por haberle acogido, y sólo por su sonrisa hice un ejercicio titánico para no tirarle los dos metros de árbol a la cabeza. Me recompuse y le di las gracias intentando parecer simpática (creo que se dio cuenta muy a mi pesar de que no me van las sorpresas).
No es lo mismo la capacidad de asombro que la de la adaptación a las puñeteras sorpresas. La capacidad de asombro está vinculada a la adaptación ante un entorno cambiante, es por tanto la facultad para sorprenderse ante lo que no nos esperamos, adaptarnos y aprender de ello. Los estudios psicológicos dicen que el asombro es una emoción positiva directamente relacionada con el bienestar y el crecimiento personal. El asombro se genera a partir del deseo “de saber”, por amor al conocimiento. Hago esta aclaración para que poner el acento en que aunque no me gustan las sorpresas aún me gusta asombrarme. Así que chicos, ahora a copiarme… Decidme, ¡por todas las navidades calabresas! Y a ti,
¿te gustan las sorpresas?
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@TheSpirit, espíritu molón, yo siempre elijo (si se puede) darle a los subtítulos. A donde va a parar enterarse o no de la traducción. He ahí la diferencia que existe entre pasar de puntillas o haciendo ruido. Yo prefiero hacer ruido y enterarme prestando atención, que me gusta sorprenderme con todo lo que aún no sé (en este caso hablo de la traducción) y así de paso, aprendo. Mil gracias por la canción espíritu molón. Es preciosa. Y tú sí que eres dulce chaval… Más dulce que los botes de cacao para untar en el pan. Un besote de los gordotes y muchas gracias por contestar love.
@Ancorage, hola baby… ¡Menuda sorpresa! (ésta es de las buenas). Qué ilusión leerte. Te digo una cosa, me ha encantado tu reflexión, porque es algo que yo digo desde bien pequeña. Me encanta escuchar a los demás. El mundo entero es todo un banco de estudio y aprendizaje si se presta atención, si se sabe escuchar. Y por suerte hay muchísimas personas que aún están dispuestas a dejarse conocer y a mostrarse como son. Tengo la teoría de que cuando uno es más “él mismo” es cuando se pone la máscara. Aquí todos llevamos máscaras gracias a nuestros nicks y por eso podemos ser aún más genuinos en nuestras respuestas. Y eso a mí me encandila y me motiva. Porque soy una buscadora incansable de la verdad, y aquí, a este lado el “asombro” lo tenemos garantizado. Y eso con determinadas edades es todo un lujo que no hay que dejar de disfrutar. Aprobado con sobresaliente chaval. Siempre. Aquí nos tienes para cuando te apetezca o tengas un ratito. Un abrazo de lo más cercano desde la distancia que a pesar de todo no logra separarnos. ¡Besos cielo!
@Gremlin, my baby, jajajajaja. Me encanta la pregunta que nos lanzas hoy. Todo se pega chaval, porque yo soy de las tuyas. Me hago preguntas absurdas (aunque la tuya es de las inteligentes). La respuesta correcta (a pesar de ser rubia me la sé), es que estamos hablando de “semanas laborales”. Todos damos por sentado que la palabra “laboral” acompaña a esa mitad, pero yo que soy de las literales (y no me gustan las literas) creo que está mal dicho y habría que decirlo todo para que estuviera bién expresado. Lo llaman “entender por contexto”, pero ni por esas. Ahora bien, qué sabré yo, que soy rubia melón… Buen día, qué bueno que estes ahí para empezar el día con una sonrisa con tus ocurrencias… ¡Muaks!
¡Ya estamos a mitad de semana! Olé, ¡a por el día guapísimos! Besos…
Besos bonita. Saludos en general.