SilviaMarNarváez motivadora holística 655767964

Silviamarnarváez dijo:

¿Disfrutas del suficiente tiempo libre?

Según Aristóteles trabajamos para tener “tiempo libre”. El hombre es un ser social y funcional. ¿Funcionamos realmente en las actividades libres que no tienen utilidad social? ¿No os parece que llenamos nuestro tiempo libre de nuevas obligaciones? Entre tanto ruido, el tiempo de libre disposición debería ser una especie de silencio. Únicamente el hombre silencioso está en disposición de escuchar. Ahora bien ¿no creéis que nos empeñamos en seguir escuchando ruido? ¿Acaso nos da miedo parar?

El tiempo libre es vital en la vida de las personas. Es ese tiempo que empleamos en realizar actividades que deberían no ser obligatorias. El recurso más valioso de nuestras vidas es el tiempo (perecedero, irremplazable).

Para los que nos encontramos aún en edad laboral alargar los días y tener más tiempo para trabajar, para hacer deporte, para invertirlo en amigos y familia y además conseguir tiempo para dedicarlo a “no hacer nada” sería lo ideal, pero, ¿sería esto una opción? La realidad es que estaríamos doblando nuestros quehaceres y seguiríamos necesitando de más horas al día.

La sociedad va a toda velocidad, cuesta abajo y sin frenos. Tenemos la sensación de que no invertimos en nosotros mismos el tiempo que realmente necesitamos. El estrés aumenta cada día y la salud mental disminuye. Dicho así suena apocalíptico (pero de pronto me acuerdo de que estamos en pleno puente y el Armagedón magnificado se torna en delicada escaramuza). No, no es puente, ¡es acueducto! (no me negaréis que vamos de una buena noticia a otra mejor con lo mal que había empezado este post).

Hay que aprovechar el tiempo libre. Cultivar el ocio es una de las mejores inversiones en las que te puedes embarcar. El tiempo libre es un activo de enorme valor. Tener tiempo libre no significa sentarse a no hacer nada. Hacer eso podría ser tan nocivo como el estrés (lo he leído pero no me lo termino de creer). Aunque es verdad que hay personas que se mueren de aburrimiento (que me llamen que aquí hay mucho por barrer y ya verás cómo los entretengo enseguida). Hay personas que se deprimen y se angustian por el mal uso de su tiempo libre. En mi casa cuando alguien decía “me aburro” había otro alguien que al instante y a voz en cuello decía “pues cómprate un burro”.

Los beneficios del tiempo liberado son de valor terapéutico. Dedicarle horas a las actividades de recreo, sociales y lúdicas generan placer y hacen disminuir los niveles de estrés (¿seguro?). Esto se escribe sobre el papel, que levante la mano quien no haya vuelto más agotado y estresado después de unas supuestas vacaciones. La verdadera realidad es que nuestra sociedad se sobrecarga cada vez más y por ende el tiempo libre disminuye. Como hay informes para todo, he buscado y leído El Informe Mundial sobre la Disminución del Tiempo Libre (World Play Shortage Report), se encuestaron a 10.100 personas y estas fueron las conclusiones:

“— Uno de cada tres adultos (30 %) tiene menos de 10 horas libres a la semana.
— El 36 % tiene menos de dos horas de ocio al día.
— Los niños tienen 3 horas menos de tiempo libre por semana que la generación de sus padres.
— Un tercio de los encuestados no tienen tiempo para realizar deporte (seguro que también se apuntan y luego no van, como hacemos todos).
— Lo que más desean las personas entre 38 y 49 años es tiempo libre y un 63 % prefiere tiempo libre en vez de dinero”.

“En el universo el espacio y el tiempo son inseparables y se influyen mutuamente, y los fenómenos se experimentan de distintas maneras según el estado de movimiento de los observadores”. (Albert Einstein).

Si observo mi universo no me puedo quejar del tiempo libre que disfruto compilado en mis fines de semana. A diario ya es otro cantar (aunque no creo que el estrés me vaya a matar), confío en mis pastillas de freno, voy derrapando, nada me turba y me dejo las ruedas en cada curva.

Dime antes de que la prisa me desequilibre,

y tú, ¿disfrutas del suficiente tiempo libre?

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@Bocachancla, qué suerte tengo de que te guste el mismo color que a mí. Buenos días y gracias por contestar.

@Eldearriba, cielote, qué camaleón más bonito que me he encontrado… Siempre me ha gustado ir de safari…❤

@Gremlin, ¿qué haces despierto por Dios a esas horas? Eso debe tener condena asociada… Si oyes sirenas escóndete. ¡Que además sé que trasnochaste! Hoy te veo con tremendo siestón (¡ah!, que no puedes porque hay partido)… Jajajaja. Buenos días melón.

Buenos días chicos y feliz festivo. Espero que lo disfrutéis. Un besazo enorme…Y a por el día.

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Me parece que ya no llego a tiempo para ese chocolate con churros. Si me lo cambias a mañana bajo con el mantel. Besos bonita. Saludos en general.

Pues hay un remake de "Posesión infernal" del 2013, Princesa que no está nada mal.
Pero como Ash no hay nadie aunque las dos siguientes fuesen de risa. Hasta tiene su propia serie, "Ash vs. Evil Edad" que está muy bien (gore y risas).
Sam Raimi fue su creador, poco que objetar.

De la selección mejor ni hablamos. Bueno sí, que se vaya el entrenador y se lleve a su yerno que es más malo que la quina.


Los dragones (y las dragonas) nos los quedamos, anda que no están bonitos. Y ni te cuento Santa María, San Jorge, etc.
¿Quién quiere tren si podemos viajar volando o en barco si encima estamos rodeados de mar?
Es lo que tiene ser Desembarco del Rey. Te va a encantar.


— Yo me pido arco iris.
Puedo ser emocional pero no agresivo.
Puedo provocar armonía pero nunca aburrimiento (eso creo).
Y así podría estar con todas las definiciones que has citado.


— No, no disfruto de mucho tiempo libre. Antes tenia mucho más.
Alguna serie, algún paseo, pocos viajes, leerte... pero no significa que el tiempo que no sea libre me aburra y mucho del que me ocupa sin ser trabajo sea placentero aun a costa de perder libertad. Tú me entiendes...



La canción de hoy, otra de las de hace tiempo... 1979.
La original, ya que es otra muy versionada.
Casey (KC) creó el grupo y fueron muy famosos en la década de los 70. En los 80 lo disolvió y también fue famoso como solista pese a que tuvo que volver a aprender a caminar y bailar tras un grave accidente de coche. En 1985 se retira pero en los 90 refunda la banda para seguir, al menos hasta hace unos años.
Hoy es productor además de realizar obras benéficas en su ciudad natal, Miami.

Otra buena elección que hicieron para la banda sonora de Dahmer. Una de las mejores baladas de todos los tiempos.
Feliz finde, mi adorada poetisa y un millón de besicos.

Buenos días melocotroca, buenos días Melocotona, melocotrocamelo co troca vamos a por el miércoles con alegría buen humor ponemos a la vida hoy es un día bonito bonito bonito porque todavía no le he mirado lo que el día que es pero iba a ser bonito por qué porque sí y a pintarnos una sonrisa energéño y vamos a ver cómo agarramos el día yo hoy estoy con una compañera solo allí en el trabajo o sea voy a a la abandonamos no sé si darte un beso en la contra la nariz o morderte una oreja hoy no sé a ver qué voz voy pensando durante la mañana sin morderte una oreja o darte un beso en la nariz. Buenos Días a Todos escritores y lectores estamos a mediados de la semana hoy se trabaja el que tenga que trabajar mañana es fiesta y ya estamos en diciembre Navidad Navidad dulce hola soy Edu feliz Navidad.
Navidad.
Navidad.


Lectores y escribientes a pintarse esa sonrisa que nos hace diferentes un abrazo para todos y tú venga vale para ti, un besazo en los mofletes te lo has ganado melocotona.

Silviamarnarváez dijo:

Y tú, ¿recuerdas la primera lección de cuando aún eras niño?

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Con una claridad cristalina.
Desde pequeño, tenía la tremenda afición por desmontar cosas, y jugar con las cosas.
Puede parecer algo inocente, pero para mis padres era una auténtica frustración.
Un día, yo estaba jugando, no sé qué edad tendría, pero era muy pequeño, y mi abuelo siempre me está diciendo que no jugará con el enchufe. Que si metía los dedos me iba a morir.
Y yo, duro y dale, y mi abuelo repitiéndolo.
Se despistó un momento, y cuando se giró, se encontró conmigo y sus tijeras, que guardaba en el cajón y yo metiendo las tijeras. Recuerdo mi punto de vista, nada más que curiosidad. Recuerdo los gritos de mi abuelo. Luego sólo recuerdo que me dolía el dedo muchísimo. Y todo el lateral de mi cuerpo y que era de noche.
Era de noche porque saltaron los plomos.
Me dolía el lateral, mi abuelo me sacudió para alejarme con una escoba.
Me dolía el dedo, por la corriente, y tengo una cicatriz en el dedo recordándomelo.
La lección fue, que la curiosidad mato al gato.
No la aprendí, me he electrocutado o dañado por mi curiosidad tantas veces que mi memoria falla... O será por electrocutarme.
@Silviamarnarváez, un beso eléctrico que tengo una mañana musicalmente electrica.

Recuerdo una lección pero demasiado personalizada al igual que la tuya... el resumen de la mía podría ser “No te fíes ni de tu padre”.

Mi primera lección cuando era pequeño pues también fue mi padre el que me la dio, fue con el aguardiente él estaba haciéndolo en el alambique y yo cada vez que le veía pues él se mojaba el dedo y lo probaba y le dije pues yo también quiero probarlo y me dijo mi padre no que es muy fuerte esto para los niños ah tal no no le hice caso en ese día pero me fui otro día a la bodega y lo probé estaba fuerte sí y me dijo me pilló mi padre y me dijo dice es que no sabes beberlo te voy a enseñar yo como se bebe loca lo calentó un poquito y le echó azúcar eso estaba buenísimo tres días tarde en levantar cabeza y me dijo ves no por tenerlo hay que beberlo y ese día aprendí a no beberlo lo hago me sale muy bueno pero no lo cató.
Entre otras cosas porque me tuvieron que ingresar a hacerme un lavado de estómago porque ingresé de coma etílico aprendí la lección bien dura tengo algunas más tengo algunas más como una vez que me puse a tomar una potrilla se me enredó la cuerda con la que estaba dando picadero en el se espantó con el perro me arrastró como 15 metros y cuando me levanté solamente se me ocurrió pegar a la potra ahí también mi padre me dijo la vas a domar la vas a tener pero no la vas a llegar a montar y así fue también la montaba mi madre de sillona la montaban mis sobrinos la montaba mi padre y yo cada vez que ve me subía encima de ella salía por arriba bueno de hecho casi no me dejaba ni ni levantar el pie pero me dejaba acariciarla me dejaba hacerla de todo me metí entre ella de todo y esa fue otra elección no pegues al animal que te que no te se va no se le va a olvidar desde entonces no he vuelto a pegar ningún animal fue también un ímpetu un ímpetu casi me arranca el pie de hecho estuve con la con la marca de la cuerda más de tres meses también me tuvieron que llevar al hospital pero esa también fue otra elección y la mejor lección que me dio mi padre es el que vale para trasnochar vale para madrugar siempre me decía tú vete diviértete haz lo que quieras pero mañana hay que hacer esto más de una vez más levantado con la recién acostado y decirme llevan mucho tiempo dormido hijo te acuerdas que había que hacer esto venga y ahí no valía eso de 5 minutos más ni cinco minutos menos cuando te daba el tercer toque ya tenías que estar a la puerta.

Buenos días a todos.

Sí la recuerdo, fue del tipo "Más sabe el diablo por viejo que por diablo".
En mi octavo cumpleaños me regalaron un reloj, en aquella época de los que había que dar cuerda; yo afanoso
enseguida me lo puse e intenté darle toda la cuerda. No, me gritaron, ya tiene y hasta mañana no hace falta;
intuyo que debí pensar y para qué quiero un una ruedita que no puedo tocar y allá que fui. Mi abuelo sentenció "te quedas sin reloj antes de acabar el día", qué razón tenía.






Besazos preciosa.

Pues uno de mis recuerdos más queridos de infancia tiene que ver con mi abuelo, al que veía unos pocos meses al año porque ellos vivían en Cádiz y nosotros en Madrid. Cuando venían a pasar unos días con nosotros a Madrid, mi abuelo iba todos los días a recogerme a la guardería y la primera parada siempre era el quiosco de al lado donde siempre me compraba algún muñequito, cromos, un donuts o cualquier capricho que en ese momento se me antojara... Cuando llegábamos a casa, mi madre al ver al niño con alguna chorrada nueva diaria siempre le echaba la bronca por malcriarme y a el literalmente. Le resbalaba todo lo que le dijeran que él haría lo que le diera la gana y considerara oportuno dijeran lo que le dijeran, jajaja. Y esa fue la lección que aprendí de mi abuelo. Sé tú mismo y haz lo que te dé la gana y consideres oportuno pese a quien le pese (sin perjudicar o dañar al prójimo, se entiende). ¡No cambiéis y que no os cambien!

Un besazo Silvi. Tú no cambies nunca.

Yo aprendí a usar la derecha siendo zurdo. Me ataban la mano izquierda a la espalda porque había por ley que usar la derecha. Y esa fue mi primera lección. La segunda es que la letra con sangre entra, me han dado miles capones. Así tengo la cabeza.

Buenos días bonita. Saludos en general.

Buenos días guapisísima, recuerdos muy lejanos, casi perdidos.

Con uno de mis hermanos me llevo poco más de un año, lo que a veces generaba ciertos piques y también montábamos algunas trastadas, con lo que mi madre pronto echaba mano de la zapatilla y nos calentaba el trasero o lo que se terciase.
Había una pequeña tienda y almacén en una parte de la casa. Una vez no sé qué hicimos, el caso es que yo me escondí en el almacén y para librarme de la temida zapatilla,
allí estuve escondido metido en una caja horas, no sé cuántas, ese día no comí y ya anochecido volví a aparecer.
En casa pensaron que me había ido y el susto que les di fue gordo, Me buscaron por todo el pueblo y nada. Mi hermano se llevó su ración y yo no me libré de la mía y otra de propina por el susto que les di.
En cuanto a la lección que aprendí , pues que es mejor afrontar los problemas antes, no sea que luego se hagan mayores´y sean de doble ración.

Así es como recuerdo que fue y así lo hemos contado.

Muchos besos para ti preciosa, y saludos para todos.

Hola a todos y un hola especial y calentito para Silvia.
Qué bonita la pregunta de hoy Silvia, cómo nos haces volver a nuestra niñez. Recuerdo una en la que mi padre estaba con la caja de herramientas arreglando no sé qué, y yo me ofrecí a ayudarle, intentaba apretar un tornillo con el destornillador pero por más que lo intentaba era incapaz y me frustraba, lloraba y quería dejarlo. Entonces mi padre me dijo: "tardarás más que yo pero al final lo conseguirás·.
Y así fue como conseguí "apretar" el tornillo con su estimable ayuda, si no todavía estoy allí.
Un saludo para todos y como siempre esos besos de colores para ti guapísima.

Así me estás dejando con trasladarme al pasado melocotona.

Silviamarnarváez dijo:

¿Recuerdas tu primera lección de niño?

Los recuerdos se generan en el hipocampo (en una zona con forma de caballito de mar) y se almacenan en la corteza prefrontal del cerebro. Cuando aprendemos se crean o eliminan minúsculas prolongaciones neuronales que forman circuitos y originan recuerdos.


La memoria tiene un funcionamiento falible. Podemos llegar a recordar cosas que jamás han existido (falsos recuerdos), esto sucede por el vínculo entre la memoria y la imaginación ya que comparten la misma red neuronal.

En Inglaterra se ha realizado la encuesta más grande sobre los primeros recuerdos de las personas y la conclusión de los investigadores de la City University Londres, University Bradford y Nottingan Trent ha dado como resultado que casi el 40 % de las personas tenían un primer recuerdo ficticio.

Lo habitual es que los primeros recuerdos se remonten alrededor de los tres o los tres años y medio de edad, sin embargo el 38,6 % del muestreo de 6.641 personas afirmaban tener recuerdos antes de los dos años (publicado en la revista “Psychological Science).

Los recuerdos ficticios se daban más en adultos de mediana edad o muy mayores. Y en este caso, la persona que lo recuerda no es consciente de que el recuerdo es falso. La persona lo rememora como real y cuando los investigadores les decían que su recuerdo era falso no daban crédito. Los sistemas de la memoria que nos permiten la actividad del recuerdo son muy complejos, y hasta los cinco o seis años no se empiezan a formar recuerdos semejantes a los de los adultos. A esa edad la comprensión del mundo es ya madura y el cerebro ya está desarrollado.

Mi primera lección fue a los cinco años. Una Noche Vieja, después de la cena con la casa llena de invitados mi padre me dijo que se apostaba lo que yo quisiera a que yo no era capaz de meterme bajo la mesa y quedarme allí hasta que él diera tres golpes sobre ella. Me pareció una apuesta imposible de perder, y le recogí el guante diciéndole que estaba chupado, que yo ganaba. Aparté el mantel de las guirnaldas navideñas, me metí bajo la mesa (con mi sonrisa triunfadora) y mi progenitor dio dos golpes seguidos mientras yo contaba (Uno, dos… Silencio). Por supuesto al segundo golpe paró y se fue a seguir disfrutando de su copa. A la media hora o así (aquí tengo problemas por la mezcla de recuerdos falsos, amnesia y anquilosamiento), mi madre se apiadó de mí ya que yo seguía esperando esperanzada (creo) a que diera el tercero para salir laureada como las olímpicas (eso sí que lo recuerdo bien). Mi madre me convenció para que saliera ya y me fuera a dormir de una vez porque mi padre en contra de lo que yo creía esa noche no iba a dar más golpes. Indignada le fui a pedir explicaciones. El me explicó que la vida era así. Ese día aprendí que había que pensar un poco más antes de aceptar una apuesta y que si cuando te retaban parecía demasiado sencillo, seguramente había truco.

Esa es la primera lección importante que yo recuerdo con cariño.

Y tú, ¿recuerdas la primera lección de cuando aún eras niño?


Buen día chicos. A por el miércoles que hace rato que el día levantó y promete ser de los buenos. ¡Muaks!

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Hola Princesa, por tu experiencia tu primera lección fue una de vida dada por una persona que te adoraba y sabía que la vida es muy amarga y hay que saber muy bien que se puede esperar de ella o de "ellos". La lección la aprendiste bien y por eso la recuerdas y la narras con vida en tus palabras. Yo cierro los ojos y recuerdo muchas lecciones dadas por mi padre, que aunque era viajante y se pasaba meses fuera de casa, cuando estaba nos llenaba de recuerdos y de lecciones de vida, no quiero decir que mi madre no nos adiestrara en la vida pero era otra cosa. Pero la más grande lección que me dio es que "Amar es una locura a no ser que se ame con locura"... Añorando el tacto de tu piel.

Buenas tardes @Silviamarnarváez, preciosa pues mi primera lección de la niñez fue bien pequeñito, quizás 5 años, y me pudo costar cara, en el pueblo mi abuelo volvía con las vacas del prado y las llevaba a dar agua al pilón comunal del pueblo, allí se juntaban bastantes vacas del pueblo y solían pelearse entre ellas y allí estaba yo con un palo intentando separarlas, y claro me pisaron y demás, mi siguiente recuerdo es mi abuela, mi madre y alguna vecina del pueblo bañándome y limpiándome, aprendí a no meterme entre dos vacas peleándose.
Un beso preciosa.

@Silviamarnarváez: Acabo de darme cuenta, de que quizá, mi historia eléctrica de no hacer el cabra, no fue la primera enseñanza...

Tengo un recuerdo, no sé de qué edad, pero no podía ni caminar, y estaba en las piernas de mi abuelo. Y mi abuelo movía las piernas, y la mano con energía, y yo sólo podía mirarlo y reír.
Mi abuelo, escuchaba música, todo el tiempo, lo recuerdo como un hombre solitario y pensativo, pero escuchando música todo el tiempo. Cuando fui haciéndome mayor, siempre le gustaba escuchar música conmigo.
Iba caminando por la calle con él, y él iba tarareando las canciones (música clásica o jazz) y moviendo las manos y las piernas enérgicamente. Y la gente le llamaba loco, todavía me duele cuando la gente del barrio, recuerda al loco alto, que movía continuamente los brazos. Yo ahora hago exactamente lo mismo, y me doy cuenta de porque a él no le importaba, ¡los locos eran los demás!

Él me enseñó, a amar la música, todo tipo de música, a usarla como mecanismo para evocar a la memoria (usábamos una canción para evocar a mi abuela, y al escucharla viene su imagen a mi cabeza, y murió cuando yo era muuuy pequeño). Me enseñó a compartirla. Me enseñó, sólo en esos pequeños gestos, que no importa mucho como te ven los demás, sino como te ven las personas a las que amas. Y no uso ni una sola palabra para enseñarme todo eso, sólo usaba la música.

En cada casa donde vivía, tenía una radio enorme y preciosa, de las antiguas. Un tocadiscos (tenía discos en casa de pizarra, que el vinilo para él, era muy moderno). Y siempre me llevaba a escuchar música en concierto.

Hoy me acordé de él, esta mañana, sólo por poner algo de música, y recordar que era una de sus favoritas... Nada mejor para recordarle, que ponerla y compartirla con todo el mundo...


Toda el día escuchando, y recordando...

Gracias melocotona, que sin querer nos has devuelto a nuestra niñez y hemos recordado cosas olvidadas, y gracias les doy a los chicos por compartir estos recuerdos con todos, y @Patton me has llegado macho, te podría decir muchas cosas, pero sólo te voy a decir gracias por regalarnos esos recuerdos.
Ahora sí, buenas noches melocotona y a todos los escribientes y lectores, mañana no nos toca madrugar.

Silviamarnarváez dijo:

¿Recuerdas tu primera lección de niño?

Los recuerdos se generan en el hipocampo (en una zona con forma de caballito de mar) y se almacenan en la corteza prefrontal del cerebro. Cuando aprendemos se crean o eliminan minúsculas prolongaciones neuronales que forman circuitos y originan recuerdos.


La memoria tiene un funcionamiento falible. Podemos llegar a recordar cosas que jamás han existido (falsos recuerdos), esto sucede por el vínculo entre la memoria y la imaginación ya que comparten la misma red neuronal.

En Inglaterra se ha realizado la encuesta más grande sobre los primeros recuerdos de las personas y la conclusión de los investigadores de la City University Londres, University Bradford y Nottingan Trent ha dado como resultado que casi el 40 % de las personas tenían un primer recuerdo ficticio.

Lo habitual es que los primeros recuerdos se remonten alrededor de los tres o los tres años y medio de edad, sin embargo el 38,6 % del muestreo de 6.641 personas afirmaban tener recuerdos antes de los dos años (publicado en la revista “Psychological Science).

Los recuerdos ficticios se daban más en adultos de mediana edad o muy mayores. Y en este caso, la persona que lo recuerda no es consciente de que el recuerdo es falso. La persona lo rememora como real y cuando los investigadores les decían que su recuerdo era falso no daban crédito. Los sistemas de la memoria que nos permiten la actividad del recuerdo son muy complejos, y hasta los cinco o seis años no se empiezan a formar recuerdos semejantes a los de los adultos. A esa edad la comprensión del mundo es ya madura y el cerebro ya está desarrollado.

Mi primera lección fue a los cinco años. Una Noche Vieja, después de la cena con la casa llena de invitados mi padre me dijo que se apostaba lo que yo quisiera a que yo no era capaz de meterme bajo la mesa y quedarme allí hasta que él diera tres golpes sobre ella. Me pareció una apuesta imposible de perder, y le recogí el guante diciéndole que estaba chupado, que yo ganaba. Aparté el mantel de las guirnaldas navideñas, me metí bajo la mesa (con mi sonrisa triunfadora) y mi progenitor dio dos golpes seguidos mientras yo contaba (Uno, dos… Silencio). Por supuesto al segundo golpe paró y se fue a seguir disfrutando de su copa. A la media hora o así (aquí tengo problemas por la mezcla de recuerdos falsos, amnesia y anquilosamiento), mi madre se apiadó de mí ya que yo seguía esperando esperanzada (creo) a que diera el tercero para salir laureada como las olímpicas (eso sí que lo recuerdo bien). Mi madre me convenció para que saliera ya y me fuera a dormir de una vez porque mi padre en contra de lo que yo creía esa noche no iba a dar más golpes. Indignada le fui a pedir explicaciones. El me explicó que la vida era así. Ese día aprendí que había que pensar un poco más antes de aceptar una apuesta y que si cuando te retaban parecía demasiado sencillo, seguramente había truco.

Esa es la primera lección importante que yo recuerdo con cariño.

Y tú, ¿recuerdas la primera lección de cuando aún eras niño?

Buen día chicos. A por el miércoles que hace rato que el día levantó y promete ser de los buenos. ¡Muaks!

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Todo lo que soy se lo debo a mis padres. A su trabajo y a su esfuerzo. Mi madre, desde que se casó, ha trabajado en casa. Y mi padre ha trabajado 13 horas diarias de lunes a viernes, y además todos los sábados y algunos domingos, hasta que se jubiló. Todo para que yo pudiera tener las oportunidades que ellos no tuvieron.
Esa primera lección por la que nos pregunta @Silviamarnarváez la recibí cuando tenía tres o cuatro años. Fue el primer día que mi padre no quiso jugar y pasar un rato conmigo después de llegar del trabajo. Supongo que ese día debió llegar a casa más cansado que de costumbre, o que, simplemente, necesitaba un poco de tiempo para sí mismo (el tiempo de descanso y sin obligaciones del que alguien hablaba ayer). Pero ese día lloré como si me hubieran abandonado.
La primera parte de la lección que aprendí ese día fue que yo no era el centro del mundo (como había creído hasta entonces), y que esto de la vida no iba a ser siempre besos, abrazos y risas.
La segunda parte de la lección (y esta parte me costó mucho más tiempo entenderla), fue que las verdaderas muestras de ese amor y de ese cariño que debería haberme obligado a merecer han llegado muchas veces sin besos, sin abrazos y sin risas.
Saludos para todos. Besooos para @Silviamarnarváez.

Silviamarnarváez dijo:

¿Recuerdas tu primera lección de niño?

Los recuerdos se generan en el hipocampo (en una zona con forma de caballito de mar) y se almacenan en la corteza prefrontal del cerebro. Cuando aprendemos se crean o eliminan minúsculas prolongaciones neuronales que forman circuitos y originan recuerdos.


La memoria tiene un funcionamiento falible. Podemos llegar a recordar cosas que jamás han existido (falsos recuerdos), esto sucede por el vínculo entre la memoria y la imaginación ya que comparten la misma red neuronal.

En Inglaterra se ha realizado la encuesta más grande sobre los primeros recuerdos de las personas y la conclusión de los investigadores de la City University Londres, University Bradford y Nottingan Trent ha dado como resultado que casi el 40 % de las personas tenían un primer recuerdo ficticio.

Lo habitual es que los primeros recuerdos se remonten alrededor de los tres o los tres años y medio de edad, sin embargo el 38,6 % del muestreo de 6.641 personas afirmaban tener recuerdos antes de los dos años (publicado en la revista “Psychological Science).

Los recuerdos ficticios se daban más en adultos de mediana edad o muy mayores. Y en este caso, la persona que lo recuerda no es consciente de que el recuerdo es falso. La persona lo rememora como real y cuando los investigadores les decían que su recuerdo era falso no daban crédito. Los sistemas de la memoria que nos permiten la actividad del recuerdo son muy complejos, y hasta los cinco o seis años no se empiezan a formar recuerdos semejantes a los de los adultos. A esa edad la comprensión del mundo es ya madura y el cerebro ya está desarrollado.

Mi primera lección fue a los cinco años. Una Noche Vieja, después de la cena con la casa llena de invitados mi padre me dijo que se apostaba lo que yo quisiera a que yo no era capaz de meterme bajo la mesa y quedarme allí hasta que él diera tres golpes sobre ella. Me pareció una apuesta imposible de perder, y le recogí el guante diciéndole que estaba chupado, que yo ganaba. Aparté el mantel de las guirnaldas navideñas, me metí bajo la mesa (con mi sonrisa triunfadora) y mi progenitor dio dos golpes seguidos mientras yo contaba (Uno, dos… Silencio). Por supuesto al segundo golpe paró y se fue a seguir disfrutando de su copa. A la media hora o así (aquí tengo problemas por la mezcla de recuerdos falsos, amnesia y anquilosamiento), mi madre se apiadó de mí ya que yo seguía esperando esperanzada (creo) a que diera el tercero para salir laureada como las olímpicas (eso sí que lo recuerdo bien). Mi madre me convenció para que saliera ya y me fuera a dormir de una vez porque mi padre en contra de lo que yo creía esa noche no iba a dar más golpes. Indignada le fui a pedir explicaciones. El me explicó que la vida era así. Ese día aprendí que había que pensar un poco más antes de aceptar una apuesta y que si cuando te retaban parecía demasiado sencillo, seguramente había truco.

Esa es la primera lección importante que yo recuerdo con cariño.

Y tú, ¿recuerdas la primera lección de cuando aún eras niño?

Buen día chicos. A por el miércoles que hace rato que el día levantó y promete ser de los buenos. ¡Muaks!

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Buenas noches bonita, me he pasado el día recordando mis primeras lecciones y me has hecho sonreír. Algunas eran divertidas, no todas eran tan tristes como la que he contado. Ya te las contaré.

Besos para ti y saludos en general.