¿Te dejas llevar por la razón o por la pasión?
Ayer mientras sufría el partido España-Japón me dio por pensar en esos dos conceptos (quizá por el casi ataque al corazón). La razón fue un descubrimiento de los griegos. Ellos pincelaron las leyes del pensamiento y algunos filosos (Sócrates, Platón, Aristóteles) la codificaron. La razón y la pasión forman parte esencial de nuestras naturalezas. La racionalidad es ese recurso específico que utilizamos para enfrentarnos a lo que nos alarma. España ayer estuvo fuera del mundial durante 12 minutos (como para no estar alarmados). El universo está lleno de interrogantes. Nosotros somos capaces de reconfigurar nuestro entorno para volverlo preguntas, y así con con nuestra elaborada razón convertirlo en respuestas. Por ejemplo: ¿Por qué un equipo con problemas para clasificarse queda como líder del grupo? o ¿por qué los primeros del grupo viven su propia pesadilla en Doha y nos arrastran a los demás a protagonizar una película de terror? (paso palabra, prefiero no contestar).
Desde bien pequeños nos enseñan a razonar. Nuestra sociedad ensalza el uso de la razón, y la pasiones se convierten en el objetivo que hay que saber frenar razonando. Y el Nazismo ¿no fue la máxima expresión de un sistema absolutamente razonado? (yo ahí lo dejo).
“El sueño de la razón produce monstruos” Francisco De Goya y Lucientes.
Somos el único animal racional (tengo mis dudas). Podríamos hablar del hombre razonable versus el hombre apasionado. Usar sólo una de las dos cualidades se me antoja insuficiente. Ahí está la pelea. La única manera de lograr La Paz interior es en la mitad de ese cansado combate. La razón nos centra en lo reconocible, la pasión nos invita al misterio. Parece que sólo estando insatisfechos seremos capaces de encontrar descanso (que los nuestros hubieran metido más goles antes del descanso hubiera contado también como más descansado).
“En rigor, la razón es enemiga de la vida” Unamuno. Y digo yo, ¿es entonces amiga de la vida la pasión? (lo pregunto con todo el rigor porque yo ayer casi muero de los nervios).
La pasión para perpetuarse no necesita hacer realidad su expectativa, se conforma con la promesa de que algún día esa pasión se hará realidad. Mientras llega ese momento, esa pasión domina el comportamiento, pero y ahí está la dicotomía, durante el proceso deberemos comportarnos de forma razonable (oe oe oe oeeee). Las pasiones nos exaltan y nos turban a nivel intelectual, queremos descubrir, queremos saber, queremos disfrutar, (queremos ganar)… La razón es buen juez intentando serenar si se alía con el VAR. Para mí (y lo digo con pasión) que la pelota salió y el VAR esta vez perdió toda la razón.
Está claro que la razón y la pasión son dos componentes opuestos, bien diferenciados y a la vez complementarios. No creo que haya que decantarse por uno de ellos. Lo mejor es pensar con el corazón y decidir con la cabeza. Me considero cartesiana, excesivamente racional y me cuesta dejarme llevar por las pasiones (menos cuando veo perder a mi querida selección). Así que puedo concluir que mientras descanso en la razón, me mueve la pasión.
Si no voy a ganar, no juego. Y si pongo el corazón en la parrilla procuro no prender fuego.
Y tú, corazón (puedes decirlo ahora o si lo prefieres, luego):
¿Te dejas llevar por la razón o por la pasión?
A por el viernes chavales. Hoy es un día estupendo para pasarlo bien. Así que vamos a ello… Muaks.
Puff, me temo que tengo deberes atrasados, esta semana, no sé si por el trabajo que se pone a full o porque llego más cansado que no tengo un minuto.
Buenas noches belleza para empezar.
Me dejo llevar por la razón y la pasión. Cuando era un crío o un adolescente pues obvio la pasión me gobernaba, pero esos tiempos ya pasaron. No sé si es bueno, pero le doy vueltas a las cosas antes de que un impulso me lleve a hacer algo. La pasión puede ser bueno cuando necesitas arriesgarte y que te salgo algo bien o mal.
Si mal no recuerdo en la Batalla de Cannas, en el ejército Romano había dos consules, uno razonable y con cabeza y otro era puro fuego. Aníbal sabía cuándo provocar a los romanos, y lo hizo cuando el "pasionario" tenía el mando, y claro está, perdieron.
No quiero decir con esto que haya que ir por la vida sin un atisbo de pasión, que sería de los enamoramientos, el primer beso (del que ya hemos hablado), nuestra primera noche de sexo (o mañana o tarde), nuestras primeras porras en el fútbol, nuestras competiciones deportivas, nuestros nuevos proyectos profesionales, etc.
Al final, lo que dices es cierto. Son complementarios, pero mi mente doblega a mi corazón más veces de las que debería, creo.
¿En qué me fijo por primera vez en una mujer? Mmm, buena pregunta. Te mentiría si no te dijera que físicamente, porque es lo primero que veo, no puedo fijarme en otra cosa, pero una vez he visto lo que hay fuera, tengo unas ganas terribles por lo que hay dentro, luego indagaré más en esto.
A nivel físico no te voy a mentir, soy como un radar de barrido electrónico y me da tiempo en una mirada al menos fijarme en unas curvas, los pechos y los ojazos, al menos en el perfil de frente, luego ya tendré tiempo de ver ese culazo. Pero si tuviera que elegir uno, me quedaría con los ojazos. Y es que al principio, unos ojazos azul claros o verdes me pueden, no puedo mantener una conversación con una mujer mirando a ese tipo de ojos, me pierdo en ellos y tengo que apartar la mirada, o al menos al principio de la conversación. Tengo una amiga que tiene unos ojazos azules claros y me encanta esa mirada como quien admira una escultura de arte.
Bien, quitando curvas, culos, pechos y
ojazos. Pues bien, tengo que ver lo que hay dentro. Quiero conocer lo que hay dentro, su forma de ser, que le apasiona, si le gusta la lectura, si saltaría en paracaídas, si tiene sentido del humor, si le gusta salir de su zona de confort, etc. Y una vez que lo de dentro me encanta mi percepción cambia completamente, o me he ganado una amiga, una conocida o alguien con quien compartir un momento en este mundo.
Y respecto a la última pregunta, sobre si me siento afortunado. Sí, claro, la vida es maravillosa y está llena de posibilidades. Además es Navidad. Me siento afortunado.
Un saludete, guapa.
Edito: No sé por qué pensando en el tema de la pasión se me vino a la mente una canción de Fran Perea, "La vida al revés" y una pequeña estrofa.
La vida al revés, ya ves lo que es
y mientras te tengo en la cabeza
pensar siempre en ti, contar hasta tres
y no saber nunca lo que pasa
La vida al revés, pensar con los pies
y mientras bailar con las ideas
reír para ti, llorar porque si
metido en un lío que no veas
La vida al revés… la vida al revés…